Acostumbrados a que en este mercado invernal, en el que suele producirse un gasto muy limitado y a veces casi nulo, la mayoría de los jugadores lleguen sobre el cierre y refuercen sólo cuatro meses es de destacar que uno lo haga antes, incluso, de que el propio equipo haya retomado los entrenamientos.
Rubi tendrá mañana a su pieza codiciada en el primer entrenamiento de la semana y, aunque puede parecer poco probable que se pueda hacer con una plaza en el once para el fin de semana, Rubi ya podrá contar con él en las numerosas rotaciones que el apretado calendario de enero le va a obligar a hacer.
Lo que espera en Liga -Alavés, Real, Getafe y Eibar- definirá el futuro del propio equipo y Aleñá debe ser, ahí, clave.
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