El padre de Reyes habla como nunca de la muerte de su hijo

José Antonio Reyes sigue estando muy presente. El sevillano habría cumplido 42 años el pasado 1 de septiembre, si no fuera por el trágico accidente que se cobró su vida el 1 de junio de 2019. Seis años después de aquello, sus familiares más allegados han decidido romper su silencio para hablar de una herida que todavía no ha sanado y que difícilmente lo haga.

La primera en hablar de la muerte de Reyes estos días fue su mujer, Noelia López, que tras la muerte del ex del Sevilla FC o del Arsenal quedó viuda y con dos niñas. La joven dejó confesiones muy duras en el programa 'Madres: desde el corazón', donde dijo seguir "enamorada de él" y que tras su muerte "no sabía si sería capaz de hacer felices a mis hijas por los dos, porque yo no había elegido ser madre sola y siendo tan joven".

Esta ha sido la primera vez que Noelia habla de la pérdida de Reyes, al igual que lo ha hecho el padre del futbolista, Curro, que este jueves estuvo en el programa 'TardeAR' y reconoció lo complicado que es convivir con la pérdida de su hijo.

Mediante una conversación telefónica, Curro confesó estar "tirando poco a poco, qué vamos a hacer, no hay otra".

"El día uno, eso no se me va a olvidar en la vida, no se me olvida ni un segundo. Lo llevamos siempre en el corazón... Lo tengo más en mente todavía. Antes iba a diario, todos los días a las ocho de la mañana iba al cementerio. Y ahora no voy al cementerio, voy a buscarlo en mi cabeza, desde que me levanto", afirmó con la voz entrecortada el padre de Reyes.

Curro también tuvo bonitas palabras para su nuera, Noelia López, aunque explicó que no ha visto la entrevista de la joven en el programa mencionado anteriormente. "Ella ha dicho siempre que sigue enamorada de mi hijo y que es el amor de su vida. Siempre ha hablado bien, igual que Ana. Han hablado siempre maravillas de él. No había nadie que dijera algo malo de él, todo el mundo lo quería", concluyó.

El futbolista perdió la vida a los 35 años de edad en un accidente de tráfico que causó una enorme conmoción, falleciendo también en el mismo uno de los dos primos que viajaban con él, Jonathan Reyes. Reyes volvía de Almendralejo a Utrera, ya que por entonces jugaba en el desaparecido Extremadura UD, pero una rueda del coche explotó y terminó en tragedia.