Alquilan su piso de lujo a un supuesto piloto que se marcó un DiCaprio y nunca pagó

De manera parecida a lo que hizo el actor en "Atrápame si puedes", un falso piloto de avión estafó a los propietarios de un piso y deja a deber casi 200.000 euros

Alquilan su piso de lujo a un supuesto piloto que se marcó un DiCaprio y nunca pagó
Alquilan su piso de lujo a un supuesto piloto que se marcó un DiCaprio y nunca pagó - ED

La película "Atrápame si puedes", estrenada en 2002, narra la vida de Frank Abagnale Jr., un estafador que se hizo pasar por piloto, médico y abogado para falsificar miles de cheques en la década de 1960. Bien es cierto que muchos de los hechos que se ven en la película, como volar miles de kilómetros gratis, son exageraciones o ficción. Lo que sí es cierto es que el FBI acabó contratándolo para su división de fraudes y luego montó una consultoría sobre seguridad y fraude.

En aquella película, dirigida por Steven Spielberg, Leonardo DiCaprio interpretó al estafador y Tom Hanks era el agente del FBI que lo perseguía. Ahora la realidad ha superado a la ficción, ya que un estafador se ha hecho pasar también por piloto de aviones para lograr su objetivo.

En París (Francia), una pareja propietaria de un piso de lujo ha tenido que acudir a la justicia al ser víctimas de una estafa por valor de casi 200.000 euros.

La pareja tenía un piso de 269 metros cuadrados en la capital parisina, poniéndolo en alquiler a través de una agencia inmobiliaria. La renta que pedían no era accesible para todos, ya que solicitaban 9.300 euros al mes de alquiler. La inmobiliaria les ofreció alquilárselo a un supuesto piloto de avión que tenía nóminas que superaban los 30.000 euros mensuales, por lo que la pareja dio el visto bueno.

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Según cuenta el abogado Samuel Zeitouna a Le Figaro, los propietarios del inmueble "confiaron en la agencia y seleccionaron este expediente sin verificar la información".

El supuesto piloto abonó el primer mes de alquiler con total normalidad, pero la cosa se torció a partir del segundo mes, cuando el arrendatario decidió dejar de pagar. La inmobiliaria intentó conseguir un acuerdo amistoso entre las partes, pero sus esfuerzos fueron en vano.

A los cuatro meses, la deuda del inquilino rondaba los 40.000 euros. Además, según Zeitoun, "el conserje nos contó que presenció muchas idas y venidas en el apartamento, y los vecinos se quejaron de las fiestas recurrentes".

Para sorpresa de los propietarios, encontraron su piso publicado en Airbnb, y es que el supuesto piloto no sólo no pagaba su alquiler, sino que además alquilaba el piso a terceros. "Al ver su perfil, nos dimos cuenta de que es un arrendador profesional que lleva mucho tiempo haciendo esto", explicó el abogado.

"Incluso encontramos comentarios desastrosos de turistas que fueron desalojados de otros dos apartamentos por un agente judicial", sigue contando el letrado en declaraciones al citado medio francés.

Los tribunales dieron la razón a los propietarios, condenando al estafador a pagar 79.000 euros, pero el delincuente sigue en paradero desconocido y no ha pagado nada, ni la multa ni los 190.000 euros que acumula de deuda pendiente en concepto de alquiler. Además, los propietarios no pudieron recuperar su puesto hasta el pasado mes de abril.

"Lamentablemente, no creo que recuperen nunca esta cantidad. El agente judicial ni siquiera pudo encontrar una cuenta bancaria a nombre del inquilino para intentar embargarla", concluyó el abogado.