Un sabor rústico mucho mejor que el salchichón
El tasajo producto extremeño que nació principalmente como un método de los campesinos de conservar la carne, a día de hoy es un producto gourmet

La gastronomía española destaca por su amplia variedad y riqueza, y dependiendo de la región que se visite, es posible descubrir productos tradicionales que sorprenden al paladar. Entre los embutidos más representativos, cada territorio ofrece opciones únicas que reflejan su identidad culinaria. De la cecina o el botillo en León, pasando por la morcilla de Burgos, el morteruelo de Cuenca, el lacón o la androlla en Galicia, hasta la butifarra y la secallona en Cataluña, España despliega un abanico de sabores propios. En Extremadura, uno de estos productos distintivos es el tasajo, un alimento que condensa la esencia de esta tierra.
Aunque menos conocido que el jamón ibérico o el chorizo de la dehesa, el tasajo es un producto gourmet de carne curada que destaca por su sencillez, aprovechamiento y sabor intenso. Su origen se remonta a una necesidad práctica de los campesinos extremeños: conservar la carne durante más tiempo. Tradicionalmente, se elabora con cabra, oveja o vacuno, aunque también existen variantes de cerdo.
Tasajo extremeño: tradición, secado y sabor
El proceso de preparación comienza cortando la carne en tiras finas, que luego se salan y se adoban con ingredientes típicos de la región, como el pimentón de la Vera, ajo y orégano. Posteriormente, las piezas se cuelgan al aire para que se sequen de manera natural, aprovechando el viento seco de las sierras extremeñas. El resultado es una carne oscura, fibrosa y llena de sabor, que puede consumirse directamente, en tapas o ligeramente asada. Su gusto recuerda al de la cecina, aunque con un toque más rústico y especiado.
En las zonas rurales de la comarca de La Siberia o Las Hurdes, el tasajo ha sido tradicionalmente un alimento de subsistencia, especialmente durante los meses de frío o en los largos desplazamientos de los pastores trashumantes. En ciertos casos, la carne se ahúma ligeramente, adquiriendo así un aroma característico que potencia su sabor.
El creador de contenido, Sergio Gómez Delgado, ha compartido con sus seguidores información sobre este aperitivo, destacando que considera que es "muchísimo mejor que el fuet", haciendo así que los consumidores a probarlo y valorar por ellos mismos su intensidad y autenticidad.
El tasajo representa así no tan solo un alimento, sino también a un patrimonio gastronómico de Extremadura, que es capaz de sorprender a quienes buscan sabores tradicionales con historia, y también de mantener viva la cultura culinaria local en la actualidad.