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Adiós a las compras baratas: lo que trae la nueva ley anti-Shein

La industria del textil pone en el punto de mira a la importación de productos chinos, poniendo el foco de la contaminación ambiental como principal razón de plataformas como Shein y Temu

Adiós a las compras baratas: lo que trae la nueva ley anti-Shein
Shein, en el punto de mira - Cordon Press

Francia ha sido el primer país del mundo en en crear la conocida como ley anti-Shein, siendo una de las principales plataformas que propulsa este tipo de compras. Y es que Shein es una de las marcas chinas con más ventas de los últimos años, estando valorada en más de 50.000 millones de euros. Su clave del éxito no es otra que sus precios bajos, aunque esto ha conllevado a acusaciones de consumo excesivo y de tener un alto impacto medioambiental.

Una ley ya aprobada en Francia

En junio de 2025 el Senado de Francia aprobó un proyecto ley que no solo afecta a Shein, también pone en jaque a Temu, plataforma china que también ha tenido bastante popularidad en España en los últimos años por sus bajos precios y su variedad de productos. Los dos gigantes chinos podrían entrar en problemas debido a la desregulación de importaciones, que cada vez le está comiendo más el terreno a los mercados locales.

Eva Krisler, responsable de sostenibilidad de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU declara a Público lo siguiente: "La moda rápida se basa en un modelo de negocio que ocasiona problemas de índole social y medioambiental amplios y estructurales en la producción como al final de la vida útil de las prendas". Una declaración que explica el objetivo base de esta legislación, que pasa desde la sobreproducción, los riesgos que conllevan la obsesión con el consumo desmedido de la fast fashion y por supuesto, el impacto medioambiental que todo esto conlleva.

Esta nueva ley consiste en un sistema de puntuación ecológica, con el objetivo de tener un baremo de la huella ambiental. Las emisiones de carbono, la capacidad del producto para ser reciclada y el uso de materiales serán las varas de medir de esta nueva ley. Y tener estas calificaciones bajas tendrá consecuencias. Las inferiores se enfrentarán a un impuesto de hasta cinco euros por prenda, aumentando al doble en 2030. Eso si, no podrá superar el precio en un 50% del producto. También incluye sanciones para personas que promocionen este tipo de productos en las redes sociales, lo que afectaría a los influencer.

¿Sería esto posible en España?

Kreisler confirma a Público que estas leyes podrían ser posibles en España, dirigidas a ''sensibilizar y mejorar la información que reciben las personas consumidoras en cuanto al impacto ambiental'' y también a ''la cuestión de publicidad por parte de las influencers''. Todo ello está enfocado a un planeta más limpio y a regular al consumo compulsivo de plataformas como Shein o Temu.