La entrada de María León en la cárcel

El 1 de octubre de 2022 María León, actriz y proveniente de familia de actores, fue detenida y llevada al calabozo por un supuesto delito de resistencia a la autoridad. Se generó mucha polémica por este hecho, y no ha sido hasta hace poco cuando se ha confirmado su sentencia. Finalmente, el juez de lo Penal número 12 de Sevilla ha condenado a la pequeña de los León a una pena de 5.700 euros de multa. La actriz no se ha pronunciado sobre su conformidad o disconformidad con la condena, sin embargo, al haber pasado el tiempo para recurrirla se entiende que la asume. Quien sí ha hecho declaraciones en sus redes sociales ha sido su abogada asegurando que el proceso había sido difícil e injusto. Sin embargo, parece que todavía le queda algo más de recorrido a esta situación puesto que la acusación particular, es decir, los policías que estuvieron implicados sí han recurrido la sentencia. Piden que la condena para la sevillana se eleve, además de la multa, a una pena de prisión de dos años y un día, lo que supondría por tanto que María León entraría en prisión, frente a lo que ahora plantea la sentencia.

Atentado a la autoridad

La actriz declaró en el juicio de lo ocurrido que ella no había sido violenta. Sin embargo las acusaciones entienden que los hechos declarados comprueban que su conducta es constitutiva de un delito de atentado contra la autoridad. En la sentencia se habla de un forcejeo con los agentes, pero también de un puñetazo que impactó contra la mejilla derecha de una de las policías, así como de una serie de insultos hacia ella. De manera que con estos hechos comprobados, entienden que constituye un delito por el artículo 550 del Código Penal, mientras que el juzgado entendió que se trataban de hechos de menor gravedad.

Uno de los hechos atenuantes para que la condena fuera menor es que la actriz ingresó 150€ de manera previa a la sentencia para indemnizar a la agente golpeada. Pero los agentes personados como acusación siguen planteando que esos actos violentos no se trataron de un hecho sin control, sino que fue un “acto deliberado e intencionado” para oponerse a la actuación policial. En cambio la sentencia plantea que se trató de actuaciones “de tono moderado y características más bien defensivas y neutralizadoras” fruto se un “supuesto forcejeo del sujeto con los agentes de la autoridad”.