El gran error que puede matar a tu perro en verano

El calor es algo habitual durante los meses de verano, el cual está demostrado que es peligroso para la salud. No sólo las personas deben protegerse de las altas temperaturas y tomar medidas ante ellas, también los animales. Los propietarios de mascotas, sobre todo de perros, deben tener especial precaución durante esta época del año con sus mascotas, ya que se trata de un momento muy delicado para ellos y que puede acabar en desgracia.

Los perros no tienen glándulas sudoríparas por su cuerpo como los humanos, pudiendo sólo regular su temperatura mediante jadeos y eliminar el sudor por medio de las almohadillas de sus patas. Por este motivo, si la temperatura de estos animales sube de forma considerable, no es poco frecuente que se presente un golpe de calor, el cual puede llegar a ser bastante peligroso si no se actúa como es debido.

La aceleración del ritmo cardiaco, los jadeos y una respiración rápida son los síntomas de que nuestro perro está sufriendo un golpe de calor, lo que hace que el animal tenga la temperatura corporal a más de 42 grados centígrados, cuando lo ideal sería que estuviera entre 38 y 39 grados. En algunos casos, también es común que el animal se tumbe en el suelo y que presente temblores e incluso vómitos.

Cuando vemos a nuestra mascota así, el desconocimiento y el amor hacia ellas nos lleva a actuar de la manera que más razonable nos parece, como mojarlo con agua fría, algo que es un grave error y que puede causarle incluso la muerte.

"Cambiarle la temperatura drásticamente le puede dar un choque térmico y puede morir. Y no están muriendo uno ni dos, están muriendo muchos perros porque no estamos detectando esto y lo mojamos, y no se debe mojar así el perro", explica Ricardo Valdivia, educador y psicólogo canino y creador de 4EverDogs.

"Llegan, pobrecito, vamos a echarle agua. Y eso es lo peor que se puede hacer. Cuando un perro está en un proceso de un golpe de calor no se puede bajar la temperatura drásticamente, no se debe. Se le humedece el vientre y se le mojan las almohadillas. Jamás se le echa agua en el lomo ni en la cabeza cuando hay altas temperaturas, nunca. Eso puede producir un golpe de calor. Un perro que se baña en tu piscina y luego sale y corre, le puede dar un golpe de calor", sigue diciendo el experto, que añade que pasa lo mismo si ponemos "al perro con el aire acondicionado y luego lo sacamos a caminar, le puede dar un golpe de calor".

Este experto explica que hay que saber diferenciar cuando el perro está sufriendo un golpe de calor y cuando tiene solamente calor, aunque nuestros actos con el animal pueden provocar el primero de los casos.

En definitiva, la reacción ante un golpe de calor de nuestro perro es no mojarlo directamente. "Coger una camiseta o una toalla, algo del estilo, humedecerla y ponérsela en el vientre y humedecerle las almohadillas. Cambiar la toalla constantemente e inmediatamente llevarlo a urgencias".