Alerta de la Guardia Civil para pasear a los perros en España
Los cuerpos de seguridad avisan sobre la enfermedad que pueden contraer las mascotas cuando son paseadas si el dueño no está atento

Las mascotas poco a poco se han ido convirtiendo en una parte fundamental de la vida de muchas familias. Hace algunos años no se le daba el mismo valor que ahora y muchas personas las trataban como un complemento o como un animal más salvaje, al que tenían incluso fuera del hogar, a la intemperie. Sin embargo, eso ha cambiado bastante, en las casas ya se ve a la mascota como una parte más de la familia, como otro integrante. De hecho, teniendo en cuenta la dificultad de las parejas jóvenes, ya sea por cuestiones económicas o por conciliación, para tener un hijo, la mascota se convierte casi en su primogénito. Es cierto que no se deben comparar, pero realmente hay personas para las que sus mascotas son una parte esencial de su vida, y, al menos durante un tiempo, no la entenderían sin ella.
Cuando hablamos de mascotas sobre todo se hace referencia a perros y gatos, especialmente a los primeros. Sobre todo, porque la independencia de los gatos en muchas ocasiones es incluso demasiada, mientras que los perros piden mucho más cariño. Y en ese cariño, una de las partes fundamentales para el desarrollo y la felicidad del mejor amigo del hombre, son los paseos. Especialmente en esta época con buen tiempo se vuelven muy recomendables para que la mascota haga ejercicio. Sin embargo, la Guardia Civil ha avisado de un problema que se debe analizar con cuidado para que el perro no se vea perjudicado mientras pasea.
Mantener los ojos bien abiertos
La Guardia Civil avisa a los dueños de que deben tener mucho cuidado y vigilar a su perro, especialmente si lo tienen suelto en algún lugar habilitado, pero también con la correa. El problema está en las orugas procesionarias. Este insecto parece muy inofensivo e incluso bonito pero realmente supone un factor de riesgo tanto para la mascota como para el propio humano. Se trata de las famosas orugas que en primavera suelen anidar en los pinos y que generan insoportables picores por todo el cuerpo. Sus pelos pueden quedarse incrustados en la ropa de manera que pueden estar mucho tiempo y distribuirse por todo el cuerpo.
Eso le puede ocurrir tanto al perro como al humano, los picores, pero en el caso de la mascota puede producirle la muerte. Este caso extremo podría llegar en caso de que la mascota pudiera comerse la oruga. De manera que es muy importante saber reconocerla sobre otro tipo de insectos. Generalmente el color suele ser entre tonos grises y marrones y suelen ser de unos 3-4 centímetros de largo con abundantes pelos finos y densos, que son además los que provocan los picores.