Hasta 200€ de multa por usar el parasol en verano
La DGT avisa de que hay determinados modelos de parasol que pueden reducir la visión y que por tanto puede suponer multas

El verano es para muchos una de las épocas más esperadas del año. Se trata del momento en el que, por regla general, más se sale a la calle, más fiestas se hacen, más ambiente hay por las tardes… Además, el verano tiene algo así como una mística especial por lo que supone para los estudiantes, que disfrutan, en el mejor de los casos, de casi 3 meses de vacaciones hasta llegar el inicio del siguiente curso. Es cierto sin embargo que probablemente el verano tenga más de esa idea preconcebida que de lo que realmente es. Porque es cierto que con el cambio de hora se aprovechan mucho más las horas de luz, anochece más tarde y por tanto hay más vida en la calle. Pero también es cierto que las altísimas temperaturas que se viven en ciertas partes del país, especialmente en el sur y en el centro peninsular, dificultan mucho esa mayor vida fuera, porque lo único que apetece es estar en casa con el aire acondicionado puesto a tope.
Y eso quien disponga de aire acondicionado, muchos tienen que conformarse con un ventilador incluso para las noches tropicales donde las mínimas no bajan de los 25 grados. Precisamente esa temperatura hace que durante el día especialmente, se utilicen todo tipo de medidas para tratar de reducir los efectos del calor, más allá de los ventiladores o aires acondicionados. Uno de los momentos más duros con el calor, se produce al entrar en un coche en el que el Sol ha estado dando todo el día. Por eso uno de los elementos más comunes de ver son los parasoles, para tratar al menos de que el volante no esté ardiendo a la hora de cogerlo. Lo que muchos conductores no saben es que en función del tipo de parasol que utilicen, puede suponer hasta 200€ de multa según la DGT.
No es recomendable su uso
El parasol más típico, el que todo el mundo está acostumbrado a ver, no tiene ningún problema para la DGT, porque simplemente se pone y se quita. Además los hay de mil formas distintas, con distintos estampados, incluso simulando unos ojos, como si el coche fuera una persona, recreando la película de Cars. El problema para la Dirección General de Tráfico está en el parasol que se queda recogido en un lateral del parabrisas. Estos son los parasoles enrollables o fijos, que incluso mientras se conduce, con el coche en marcha, están ahí. Y el problema es que aunque puedan parecer más prácticos, pueden reducir la visión del conductor y provocar un accidente porque aumenta los ángulos muertos. Y es que según una de las normas de tráfico a nivel nacional, “los cristales deben permitir una visión total de la vía”. Lo único que se permite es la pegatina de la ITV, ya que hasta grandes ambientadores colgados del retrovisor o algo semejante, puede suponer una multa.