La isla en la que te puedes bañar en Castilla-La Mancha

Lo más normal cuando se acerca el verano es pensar en los destinos turísticos a los que se va a acudir en vacaciones. Y en ese momento, a prácticamente todo el mundo, incluso aunque no sea muy fan de la playa, lo que se le viene a la mente son los destinos costeros, los típicos. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones esos destinos tienen problemas. El primero y más común son los precios. Es decir, cuanto más conocido y turístico sea el sitio, mayor podrá llegar a ser el precio por una simple noche. Además, una vez allí, debido a la afluencia de personas que van, también todo es mucho más caro. Y en relación con esto llega el segundo gran problema, la masificación.

Debido entre otros aspectos, a las redes sociales, lugares a los que antes no acudía tanta cantidad de personas, ahora se han convertido en una peregrinación constante de turistas. Esto también lo echan en cara los propios habitantes de estos lugares ya que ni ellos mismos pueden disfrutar de sus lugares favoritos. Está ahí el motivo por el que muchos comienzan a elegir destinos que quizás no son tan conocidos, y que incluso están en el interior de la península. Un ejemplo perfecto se encuentra en la comunidad de Castilla-La Mancha, donde puedes bañarte al lado de una isla en plena meseta.

Un paisaje impresionante

Esta región, debido a encontrarse en la meseta de la península, en un lugar completamente liso cuenta con numerosos y enormes embalses que aportan mucha riqueza al lugar. Uno de los embalses más importantes se encuentra en la provincia de Guadalajara, concretamente en Sacedón. Realmente se trata de un conjunto de varios embalses de gran capacidad, que hacen que se hable de esta ubicación como ‘el Mar de Castilla’. Se trata de embalses como el de Entrepeñas que tienen un agua turquesa que convierten al lugar en un enclave más que atractivo. A esto hay que sumar que en este pueblo se puede visitar una isla conocida como ‘la isla del rinoceronte’. Está en el embalse y cuando la luz del sol baja un poco permite entrever la forma de este animal. Más allá de eso este pueblo cuenta también con lugares como el Monasterio de Monsalud que data del siglo XII y que mantiene disponible la entrada a todas sus dependencias, desde el refectorio hasta las bodegas.