El único país europeo que no tiene McDonald’s
En 2009 Islandia dijo adiós a una de las cadenas de comida rápida más famosas del mundo

McDonald's es para muchos un salvavidas cuando se van de viaje. Aunque lo ideal es probar la gastronomía del país que se visita, también la cadena de comida rápida estadounidense tiene sus peculiaridades. Por ejemplo, en Portugal puedes pedir en vez de patatas la tradicional sopa verde, en Francia te encuentras con la McBaggette y en España, como no, puedes acompañar la hamburguesa con un refrescante gazpacho. Una muestra de lo importante que es adaptarse a los paladares de cada país. Aunque parezca sorprendente, Islandia es el único país de Europa que no cuenta con la presencia del restaurante de Ronald McDonald.
Islandia, el país que se resiste a McDonald's
Nunca haber probado el Big Mac es casi imposible, ya que según los datos de Esquire, en España se consume la friolera de 75 unidades de la hamburguesa más famosa de McDonald's por segundo. Por eso mismo es una auténtica locura pensar que en Islandia llevan sin poder consumir el sandwich más conocido del restaurante de comida rápida durante más de 15 años.

Desde 2009, la tierra del hielo no cuenta con la presencia de la multinacional famosas hamburguesas, y la razón no tiene nada que ver con que el sabor no guste a los islandeses. El contexto del único país de Europa sin McDonald's surge a partir de la crisis financiera global, donde la economía del país nórdico sufrió sus consecuencias con una gran caída en varios sectores. Por esto mismo fue por lo que la cadena decidió retirarse del país, cerrando sus tres locales en Reykjavik y dejando al país huérfano del Happy Meal. Sorprendente cuanto menos, teniendo en cuenta que está presente en 119 países.
La última hamburguesa de Islandia
Aunque sea difícil de creer, la última hamburguesa vendida en McDonald's está expuesta en un hostal donde los usuarios pueden visitarla. Hjörtur Smárason compró el 30 de octubre de 2009 un Big Mac con patatas que se convertiría en historia de Islandia. Cuando fue a mudarse en 2012, encontró en el garaje entre sus pertenencias la hamburguesa, que sorprendentemente se conservaba exactamente igual que el día que la compró.
Hasta 2014 el último Big Mac del país nórdico fue expuesto en el museo nacional de país, como si de una obra de arte se tratase. Actualmente se encuentra en el Bus Hostel Reykjavik, por donde cada día miles de turistas pasan a ver el estado de la hamburguesa. Incluso puede observarse en todo momento su putrefacción en directo, aunque su descomposición se ha alargado por ahora más de 15 años.