El AC
Milan parece ir en serio a por
Junior Firpo, del que lleva
prendado desde la
exhibición colectiva del
Betis en San Siro en la
UEL 18/19. Por eso, ni siquiera el
ostracismo que ha vivido el hispano-dominicano en el Barcelona (41 partidos, la mayoría con su promotor en Heliópolis,
Quique Setién, en dos temporadas) ha mermado su caché en la
Serie A, donde están dispuestos a apostar por el carrilero criado en la Costa del Sol como sustituto de un
Theo Hernández que apunta al
PSG. Como dueño todavía del
20% de su pase y beneficiario de otro
2,5% en derechos de formación, el conjunto verdiblanco está muy pendiente a cualquier
movimientos, tras frustrarse los de las Navidades pasadas por expreso deseo del zaguero, que arguyó prioridades familiares.
Ahora, con
24 años, Junior debe tomar una decisión
importante para que su carrera no sufra un retroceso letal. Tiene la suerte de que clubes de prestigio (Atalanta, Inter, ahora los 'rossoneri') siguen llamando a su puerta, por lo que Italia parece una salida lógica y rentable. Su
sueldo, incluso, mejoraría, pero también sus perspectivas de tener minutos. Los
contactos entre
Paolo Maldini, director de Estrategia Deportiva y Desarrollo de los lombardos, y el
Barça se han intensificado en los últimos días, así como con el entorno del zurdo, por lo que se entiende que el entendimiento puede estar cercano, si bien la operación tiene una peligrosa
letra pequeña.
Así, los culés necesitan '
cash' y apostarán por traspasos antes que por
trueques y cesiones, aunque la pandemia ha lastrado la economía de casi todos los clubes del mundo, por lo que el Milan tampoco anda muy boyante, salvo que el París Saint-Germain se rasque bien el bolsillo por el menor de los Hernández. De hecho, según 'Mundo Deportivo', la primera propuesta a los azulgranas sería un
préstamo remunerado (un kilo) con
opción de compra, que el Barça, llegado el caso, querría que fuera
obligación y alta (más cerca de los 20 que de los 15 millones). En tal caso, el Betis se llevaría
entre 1,5 y 2 kilos, más
de 375.000 a 500.000 extra por el antes conocido como mecanismo de solidaridad, ya que se trataría de una transferencia internacional.
Eso sí, cualquier extra quedaría aplazado al verano de
2022, aunque se acabaría recibiendo. El problema es que acabe prosperando otra fórmula que, pese a no dar liquidez a las arcas catalanas, sí contente en lo deportivo. Y es que, de poder deshacerse como quieren de
Umtiti y su desmesurado sueldo, los responsables culés han pensado en un central que complemente a
Piqué, Lenglet y Eric García, buscando una cesión para
Mingueza y/o Araujo. Y uno de los que más gustan en la Ciudad Condal es el 'rossonero'
Romagnoli, que termina contrato el verano del año que viene y, por ende, se aproxima a la última ventana en la que su actual entidad puede rascar algo importante. De plantearse el
intercambio, improbable de todas formas, el Betis se quedaría compuesto y sin
plusvalía.