Los rivales intentan agredirle y se defiende de una forma impensable
José María Gil1 min lectura
Las trifulcas en el mundo del fútbol son habituales, ya sea por decisiones arbitrales, por insultos del rival o por la impotencia de perder un encuentro. Normalmente, todo se calma, vuelven a la normalidad y el colegiado toma cartas en el asunto si lo cree necesario.
En esta ocasión, tenía lugar en la Copa Libertadores sub-20. River Plate e Independiente del Valle se jugaban el pase a la final de la competición en un encuentro muy igualado. Al final de los 90 minutos, el conjunto ecuatoriano conseguía llevarse el partido por 2-3 e intentarían hacerse con el título.
La victoria de los visitantes no gustó mucho a los jóvenes jugadores de River y estos se encararon con los rivales. Principalmente, la tomaron con Preciado, el cual optó por huir de sus agresores.
Finalmente, el futbolista de Independiente cogió el banderín de córner y se defiendió, parando así las embestidas de los contrarios y dejando una de las situaciones más surrealistas de la historia del fútbol.