El
Écija se jugará el ascenso a
Segunda B con uno de los huesos más duros que le podía deparar el sorteo, celebrado en la tarde de ayer en la sede de la
RFEF.
Y es que, aunque su condición de
tercero del Grupo X le auguraba un campeón como rival, el
Olímpic de Xàtiva ha destacado esta temporada no ya en el
Grupo VI, del que ha terminado como campeón (con 87 puntos, siete más que el segundo, el Alzira), máximo goleador (68) y equipo menos goleado (sólo 19 en contra), sino también a nivel nacional. Porque los setabenses fueron los últimos en
España en abandonar su condición de invictos. Ocurrió el 26 de marzo, con mucha polémica, ante el potente
Villarreal C, después de 34 jornadas en las que los de
Jero López se mostraron intratables.
En el cuadro blanquillo, que bajó a
Tercera la temporada pasada (tras cinco seguidas en Segunda B) al perder la promoción de permanencia frente al
Leioa, el 'cerebro' es un viejo conocido de la elite española, el veteranísimo
Jandro. Con 38 años cumplidos, el fino mediapunta zurdo, ex de
Valencia,
Celta,
Cádiz,
Girona o
Nàstic, aporta la magia en un bloque rocoso, experimentado y con las ideas claras que se hace especialmente fuerte en su campo,
La Murta, de césped artificial.
Seguro y eficaz al contragolpe, merced a la velocidad por banda que aportan
Solano o
Manu Fuster, amén de la calidad de
Marc Cosme arriba, suele apostar por el repliegue y las transiciones rápidas. El
Écija deberá exprimirse físicamente para que la lentitud y edad de sus hombres de contención les pase factura.
Óscar Murillo2 min lectura