El
Antoniano está volviendo por sus fueros. El equipo dirigido por
Francisco José Cordero Sánchez ‘Rubio’ es segundo, ocupando puesto de ascenso y estando a un punto del líder.
La temporada de la escuadra del Bajo Guadalquivir está siendo notable en su cómputo general y brillante en su balance como local, presentando unos guarismos inmejorables. Los lebrijanos suman pleno de puntos (18) en los seis partidos que han jugado en casa, anotando nueve goles y manteniendo la portería imbatida hasta la fecha.
“Nuestra forma de jugar no es defensiva. Todo lo contrario, y nos gusta realizar una presión alta, pero el trabajo táctico de la defensa y del centro del campo está siendo muy bueno, sin olvidar a los atacantes. El bloque es sobrio, van todos a una”, señala Rubio, reconociendo que: “Indudablemente, para llevar una racha así también hemos contado con una pizca de suerte. El contrario también aprieta”.
El entrenador lebrijano está encantado de la predisposición del grupo que adiestra. “Se ha creado una gran familia, una gran mezcla entre los pocos veteranos que han quedado y los muchos jóvenes que hay. Unos complementan a los otros y, al final, todos ganamos. El compromiso del equipo es enorme, es muy solidario y eso se refleja luego en el campo”, recuerda el míster blanquirrojo, que se muestra orgulloso que sus futbolistas lleven a gala uno de los lemas del vestuario: “Disfrutemos compitiendo”.
Provisionalmente, el Antoniano, gracias a su segundo puesto, cuenta con una plaza de ascenso, objetivo por el que desea luchar Rubio, aunque con cautela: “Hay que tener humildad ante todo porque cualquier equipo te pinta la cara. La categoría está muy abierta. El objetivo es no descolgarnos de la parte de arriba para tener opciones en el tramo final”.
Por último, con vistas a esta meta, el Antoniano se ha hecho con los servicios de
Cristobal García Agabo ‘Chiqui’, extremo y mediapunta procedente del
Guadalcacín.
Carlos Vizcaíno2 min lectura