La ausencia de Lucas Boyé abre la puerta a Mariano en Montilivi
El Alavés visitará Montilivi sin Lucas Boyé, sancionado tras su expulsión ante el Espanyol. La ausencia del argentino obliga a Coudet a replantear su ataque para un duelo que llega en buen momento clasificatorio

El domingo dejó una victoria importante para el Deportivo Alavés frente al Espanyol, resultado que impulsó al equipo hasta la octava posición de LaLiga. Sin embargo, el final del duelo vino marcado por la expulsión de Lucas Boyé, que vio la segunda amarilla en el tiempo añadido. El atacante argentino será baja en la visita a Montilivi, programada para el sábado, y no reaparecerá hasta después del parón, en la penúltima semana de noviembre contra el Celta en casa.
Su ausencia supone un contratiempo para Eduardo Coudet. Boyé había alcanzado un nivel notable en las últimas jornadas, aportando intensidad en la presión y capacidad para conectar al equipo en campo rival. Según explicó recientemente, la rodilla precisaba un periodo de readaptación tras la lesión sufrida, proceso que parecía encarrilado.
Coudet, uso de dos puntas o variante táctica
La primera duda radica en si Coudet mantendrá la estructura de dos puntas. La opción es poco probable por una cuestión de efectivos. Si la sostiene, Toni Martínez sería la referencia y Mariano Díaz tomaría el relevo como acompañante, ya que no hay más delanteros del primer equipo. Ninguno de los extremos ofrece una alternativa real en esa demarcación, lo que condiciona.

Mariano viene de firmar un hat-trick en Copa frente al Getxo en Gobela. A pesar de ese impulso en el torneo, su presencia en Liga ha sido marginal. No participó frente a Elche, Rayo, Valencia y Espanyol, y figura entre los jugadores con menos minutos en el campeonato, únicamente por delante de Raúl Fernández y Nikola Maras. Su entrada de inicio en Montilivi, además, dejaría sin arietes suplentes del primer equipo, salvo la probable convocatoria de Diego Morcillo.
En un escenario así, cualquier contratiempo obligaría a replantear la segunda mitad sin un delantero natural en el banquillo. De ahí la posibilidad de que, en enero, se incorpore un perfil más para completar la rotación ofensiva si el dibujo de dos puntas continúa siendo referencia.
La opción del 4-2-3-1 en el Alavés
La alternativa más factible apunta al retorno al 4-2-3-1. Coudet ha recurrido menos a esta disposición, con resultados discretos. La última ocasión fue en Mallorca, donde el equipo cayó por 1-0. Antes ya se había probado en San Mamés, cuando Boyé aún no estaba para ser titular. La selección del mediapunta que se sitúe por detrás del delantero dependerá de la idea concreta del técnico.

Carles Aleñá es quien más opciones tiene de ocupar ese rol. Se trata de su posición natural y Coudet ha destacado en varias ocasiones su perfil. Además, desplazarle desde la izquierda hacia el centro no supondría una gran pérdida, ya que Abde Rebbach ha respondido cuando ha actuado por fuera.
Otra vía pasa por que Denis Suárez asuma la mediapunta, preservando a Aleñá en banda. En ese caso, Pablo Ibáñez podría regresar al doble pivote junto a Antonio Blanco. Existen más combinaciones e incluso podría aparecer el propio Ibáñez por la izquierda, lo que ampliaría alternativas en los costados. La polivalencia de la plantilla facilita estos cambios.
Jon Guridi, pese a su encaje natural en un hipotético 4-2-3-1, parece el que menos opciones tiene. Ha perdido protagonismo respecto a temporadas anteriores, en las que sí contaba con un rol destacado. En las últimas seis jornadas apenas ha disputado 25 minutos y no participó en el triunfo del domingo.

Plantilla versátil y competitiva para visitar Montilivi
Más allá del rompecabezas puntual, el Alavés ha demostrado que compite sea cual sea la alineación. El rendimiento de la retaguardia es ejemplo de ello, manteniendo nivel pese a los cambios. El mensaje del Chacho ha insistido en la relevancia del conjunto por encima de las individualidades.

El técnico ha logrado que todos se sientan importantes. Con mayor o menor presencia, la plantilla se ha mantenido conectada, lista para responder ante cualquier exigencia. Esa gestión interna se ha convertido en uno de los puntos fuertes en este inicio de curso, algo que invita al optimismo de cara a Montilivi.