Esta caliente el descenso en Primera división, donde son varios los clubes que pueden acabar acompañando al Valladolid a Segunda el próximo curso. Con tres jornadas por disputarse y nueve puntos aún en juego, todo apunta a que serán Alavés, Leganés y Las Palmas los que se jueguen las dos plazas libres que aún gozan de billete a Segunda, aunque hay equipos como Girona y Sevilla que también miran de reojo lo que más abajo ocurre, siendo Espanyol y Getafe, aunque en mucha menor medida, otros a los que también podría acabar salpicando la quema si se complican en exceso las cosas.
Lógicamente, mientras más abajo en la tabla, mayores son las suspicacias. Buen ejemplo de ello, una UD Las Palmas que está muy pendiente de todo lo que ocurre en torno al Deportivo Alavés. “Se deberían poner colorados en LaLiga. Mucha gente sospechaba de este partido”, decía días atrás el jefe de deportes de UD Radio, Ruymán Almeida, al tiempo que apostillaba que los aficionados de la Real recriminaban a sus futbolistas la actitud que habían tenido en Mendizorroza.
No menos controvertida para la entidad canaria es la situación a la que se enfrentará el Alavés el próximo 25 de mayo, cuando recibe en Mendizorroza a Osasuna. El veterano goleador Kike García, autor de 12 goles y pieza clave para luchar por la salvación, es el centro de todas las miradas. Por su rendimiento, y por las variables que esconde su contrato
Kike García cerró su fichaje por el Alavés en 2023 como agente libre, aunque el Alavés acordó con Osasuna unas variables que rondan los 500.000 euros si se consiguen una serie de objetivos, tal y como informó Diario de Navarra. 300.000 euros si disputaba 21 partidos con un mínimo de 45 minutos en cada uno de ellos; 150.000 euros por marcar cinco goles, ascendiendo la cifra a 200.000 si hacía más de cinco tantos. Es decir, unos objetivos cumplidos con creces por el delantero, estando ahora pendiente la cláusula de que el Alavés selle su permanencia.
Ahí es donde radica, precisamente, la sospecha, pues el Alavés puede llegar a la última jornada necesitando de manera crucial los tres puntos en juego en un encuentro en el que se mide, precisamente, a Osasuna, que ya no se juega nada en la tabla. El runrún y las suspicacias al respecto ya han comenzado, estando en Las Palmas muy pendientes de ello, tal y como destacan medios como Pasión Amarilla y UD Radio.
Al margen del medio millón de euros en juego, la relación entre Osasuna y Alavés es bastante próxima. No sólo por la propia operación de Kike García, sino ya de antes. La polémica, por tanto, está servida con un delantero que acaba contrato a final de temporada y que cuenta con ofertas de varios clubes de Primera división.