Antony muestra su lado más duro: "Tuve que saltar cuerpos de fallecidos"

En Heliópolis, la maquinaria sigue funcionando. Una nueva victoria en LaLiga permitió al equipo de Manuel Pellegrini auparse a los puestos europeos de la clasificación, y poder certificar el buen momento en el que se encuentra el equipo. Muchos son los artífices de ello, aunque el nombre propio de este Real Betis parece claro, siendo este el de Antony.

El extremo brasileño aterrizó la pasada campaña en forma de cesión procedente del Manchester United, aunque en forma de cesión. Esto no fue un obstáculo para que las gradas del Benito Villamarín vibrasen con el rendimiento mostrado por el extremo, que supo ganarse todo el cariño de toda su afición. Esto caló en el brasileño, que decidió que su casa debía de seguir en Sevilla. Rechazando otras ofertas con importantes montos económicos, decidió aguantar y acabar llegando a Heliópolis el último día de mercado.

Esto es un ejemplo de lo que es Antony, un jugador que se muestra humilde a pesar de ser el ídolo de masas dentro de la afición verdiblanca. Y esto último lo demostró con los compañeros de Radio Estadio, donde quedó claro los orígenes complicados que tuvo Antony. “Un niño retiene todos esos recuerdos. Estaba acostumbrado a lo que es vivir en la favela (...) la educación de mi familia me ayudó para que yo esté aquí”, declaró el extremo sobre su vida en la favela.

El relato más duro lo narró al ser cuestionado sobre si él había visto fallecidos durante su infancia, y esto contestó el extremo brasileño. “Vi personas fallecidas, tuve que saltar cuerpos incluso. Por eso digo que estoy iluminado de estar aquí”, respondió el brasileño sobre ello.

Como para todas las estrellas del mundo del fútbol, lo más importante suele ser poder darles otra vida a sus respectivas familias, algo que también ocurre en el caso de Antony. “Para mí, lo más grande era poder sacar a mi familia de la favela. Yo no tenía habitación, dormía en un sofá. Ahora mismo, ellos están disfrutando, y vivir todos estos momentos son importantes”, respondió Antony ciertamente emocionado al hablar de su familia.

Por último, una vez hablado de sus respectivos tatuajes, también hizo referencia a lo que está siendo su vida en Sevilla y su adaptación de nuevo a la ciudad. “Muchas personas ya me llaman Antonio de Triana por la calle. Siempre me lo dicen y suelo pisar la calle. Ahora es algo más complicado, pero suelo echarme muchas fotos. Caminar por el centro me gusta mucho”, respondió Antony al ser cuestionado sobre esa vida y admitiendo, entre risas, ese mote que posee.