Autocrítica, toda, pero lo de las tarjetas al Betis clama al cielo

Montilivi ha albergado en la noche de este viernes el inicio de la jornada 22ª de LaLiga, un nuevo test de resistencia para la candidatura europea del Real Betis, que recuperó la plaza de Europa League que había perdido con las derrotas consecutivas ante Barcelona y Celta en casa para certificar una estadística esperanzadora: ha acabado entre los seis primeros de la clasificación en la elite del fútbol español en 49 de las últimas 50 jornadas. Este sábado (16:15 h), ante un Valladolid en buena forma (siete puntos de nueve y tres porterías seguidas a cero), la encomienda verdiblanca es recuperar la solvencia en el Benito Villamarín, donde hace ya cuatro meses que no celebra un triunfo. Y parte del éxito radicará en evitar una nueva expulsión, que ya 'le toca' por simple probabilidad, pues sale de media a una cada dos entregas de campeonato.

En este punto, la autocrítica es necesaria. Porque muchas de las rojas y dobles amarillas que han visto sus jugadores fueron perfectamente evitables. Por decirlo de otro modo, Luiz Felipe (3), Pezzella (2), Fekir o Carvalho se lo pusieron fácil al colegiado de turno con forcejeos, reacciones, aspavientos o protestas imperdonables. Analizando en profundidad cada caso, está claro que pueden detectarse provocaciones o incitaciones, a veces decisiones erróneas de los propios árbitros, pero el daño al equipo ha sido irreparable. De hecho, solamente ganó en inferioridad a Osasuna (1-0) y salvó un punto en Pucela (0-0), Cádiz (1-1) y, como local, en el derbi (1-1) y ante el Athletic (0-0), cayendo contra el Celta en Balaídos (1-0) y aquí (3-4), así como en Mestalla (3-0). Frente al Barcelona terminaron once contra once, pues William fue ajusticiado ya con el partido terminado por recriminar su parcialidad a De Burgos Bengoetxea.

Sin embargo, el agravio es una realidad. No tiene ningún sentido estadístico que el Betis sea el que más expulsiones ha sufrido hasta la fecha (10, ocho de ellas directas) y, sin embargo, solamente el Real Madrid (201) haga menos faltas que los de Pellegrini (219). Incluso, el reparto de amarillas es excesivo, pero ahí, al menos, hay 15 equipos más castigados, según el perfil especializado @RomaMarteen. Con solo 18 infracciones menos, el cuadro de Ancelotti tiene nueve rojas menos. Y, por ejemplo, el Getafe ha hecho casi un centenar más para llevarse sólo siete exclusiones y ser el segundo de la lista, junto a Elche, Sevilla y Espanyol, el que menos con 37 infracciones reglamentarias más que la escuadra heliopolitana, que debe hacer examen de conciencia, pero también exigir la misma inflexibilidad a los árbitros.