La bendita indefinición de Gonzalo Petit, el Kaká charrúa
En Albacete destapó todas sus virtudes, brindando una asistencia e iniciando casi en el centro del campo con una descarga la acción de su segundo gol en otras tantas jornadas

Cumplirá en unos días 19 años y tiene casi seis por delante, hasta el 30 de junio de 2031, para 'romperla' en el Real Betis, como dicen en su tierra. Esta temporada le ha tocado hacer la 'mili' en el CD Mirandés, semillero ideal para que broten las futuras estrellas de muchos clubes españoles y que explota como nadie a los proyectos que no encajan por diferentes razones en la elite. A los verdiblancos les fue muy bien con Raúl García de Haro, revendido al CA Osasuna tras salvar literalmente a los rojinegros del descenso en la 22/23 con sus 19 goles y ocho asistencias. Antes, habrían descollado en Anduva el ahora heliopolitano Rodrigo Riquelme, pero también el gironí Iván Martín, el colchonero Carlos Martín, los realistas Jon Guridi o Jon Gorrotxategi, los vizcaínos Beñat Prados o Dani Vivian, el sevillista Juanlu Sánchez (coetáneo al accitano)... Una plantilla nueva cada verano, como en el Fantasy. Un riesgo evidente que suele salir bien, como demuestran la semifinal de la Copa del Rey 19/20 o el ascenso que se esfumó sobre la bocina ante el Real Oviedo la campaña pasada con Hugo Rincón, Joaquín Panichelli, Iker Benito, Unai Egiluz o Urko Iceta.
Por eso, a la aventura burgalesa acompaña a Gonzalo Petit un mediocentro de quilates como Ismael Barea, 'cicerone' de lujo para el uruguayo, al que rebuscan una hipotética abuela materna de origen francés o italiano (se lleva con tanto sigilo en La Palmera, casi como un asunto de Estado, que sus anteriores directivos y técnicos no tienen ni idea de esa puerta entreabierta a un pasaporte europeo) mientras se foguea. Le está costando hacerse con la titularidad a las órdenes de Fran Justo, que está confiando en la pareja formada por Carlos Fernández e Iker Varela (prestados de sus dos principales manantiales vascos) en ataque. Mientras tanto, consciente de que se trata de una carrera de fondo, el de Carmelo aprovecha cada oportunidad que tiene desde el banquillo. Así, peinó a la red (su 1,91 se antoja un filón en Segunda división) el tanto del triunfo en Granada y, nada más relevar al otrora nervionense, sentenció el choque en Albacete.

En el Carlos Belmonte, con algo más de tiempo, Petit sacó a relucir una bendita indefinición que le persigue desde las inferiores de Nacional, donde algunos le comparaban con Kaká. Desde octubre de 2020 comenzó a ser citado por Alejandro Garay a la selección uruguaya sub 15 y, en marzo de 2023, firmó su primer contrato profesional con los Albos antes del Sudamericano sub 17, aunque la eliminación en primera fase frustró su desarrollo. Se quedó fuera del Torneo COTIF de L'Alcudia en 2024, aunque su estreno en la elite le llevó a contar a principios de 2025 para el seleccionador sub 20, Fabián Coito, con el que fue indiscutible en el Sudamericano de principios de este 2025. Tanto éste como su mentor en los 'Bolsos', Martín Lasarte, no quisieron limitarlo a un '9' clásico. "No lo quiero apurar, pero estamos en presencia de un proyecto que a futuro es muy interesante, aunque tenemos que ayudar a conducirlo", decía el ex preparador de la Real.
Sobre su posición en el campo (en el Carlos Belmonte asistió a Pablo López en el 1-4 e inició el 0-3, que luego remacha a quemarropa, con un descarga en medio campo hacia Aarón Martín), el responsable del debut de Antoine Griezmann en Anoeta añadía: "Gonzalo tiene muchísima clase, todavía no tiene resuelto cuál es su verdadero rol. Yo lo veo más como un '10' con llegada, un mediapunta, que un nueve clásico, lo que no significa que no pueda jugar de '9'. Tiene mucho para crecer en el largo camino que le queda por recorrer. Vamos detectando qué cosas tiene que mejorar, que son muchas. Semana a semana se hace un trabajo particular en la parte física. Por ejemplo, ahora en los juegos aéreos empieza a ganar; antes no competía a pesar de su altura. También, sus arranques, pues su tránsito era más lento, pero ahora la fuerza y potencia se empiezan a ver. Los jóvenes tienen esa explosión, después viene una caída, y después se ve la meseta con el crecimiento, y Gonzalo forma parte de ese grupo".

Por su parte, el seleccionador Coito coincidía con Lasarte, tras probarlo de extremo zurdo y luego de mediapunta: "Gonzalo tiene una capacidad aeróbica muy buena, lo que nos permite imaginar que es un jugador que posicionado entre los centrales pierde trascendencia. Entonces, una posibilidad es jugar detrás del nueve. Otra, en la banda. Y que, desde ahí, venga a recibir a la espalda de los mediocentros o los volantes rivales, según la distribución que tengan. Necesita estar en contacto con el balón, porque de repente no es un jugador que ataque el espacio por su característica. Creo que se sintió más cómodo jugando de mediapunta". Su ex compañero el guardameta panameño Luis Mejía redondeó el círculo con una comparación imponente: "Salvando las distancias, se me hacía muy parecido a los movimientos que tenía Kaká cuando jugaba; eso es una opinión personal mía. Tiene un futuro tremendo. Aparte sabe lo que quiere, y eso es muy difícil conseguirlo a esa edad. Estamos en presencia de un gran jugador".