El bendito sacrificio de Pablo García

Este domingo arranca el Mundial sub 20 de Chile para la selección española, que se enfrentará a la de Marruecos a las cinco de la tarde, hora local, diez de la noche aquí. Una circunstancia que impedirá a Pablo García, uno de los tres andaluces de la lista (junto al cordobés Andrés Cuenca y el malagueño Izan Merino) y el único representante de un club de esta comunidad, el Real Betis, al que ha pertenecido desde prebenjamines, seguir en la distancia el choque correspondiente a la jornada 7ª de LaLiga ante el CA Osasuna, que comenzará a las 21:00 hora española. Quizás pueda 'bichear' un rato de la primera parte antes del calentamiento, pero poco más. Será el tercer compromiso oficial que se pierda con el primer equipo heliopolitano, tras jugar un rato en cinco de las seis jornadas anteriores (tan sólo se quedó en el banquillo sin vestirse ante el Levante UD), no pudiendo ya ir citado ante el Nottingham Forest. Encima, se fue con mal sabor de boca al fallar un gol cantado ante la Real Sociedad.

Los entrenamientos y otras exigencias en tierras andinas sí le permitieron seguir a los verdiblancos en el debut continental, aunque ahora ya tendrá que cuadrar agendas, un bendito sacrificio para el sexto más joven de la citación, aunque, por el contrario, uno de los máximos candidatos a integrar el primer once de su paisano Paco Gallardo, el otro sevillano de la expedición. El técnico ex sevillista, criado en Bellavista, tardó en contar con el extremo del Parque Alcosa, al que no llamó a la sub 18 cuando el menudo atacante era, de largo, el juvenil más prolífico del país (terminó la 23/24 con 43 dianas en 38 partidos), pero que le conquistó después para 'regalarle' una final del Europeo sub 19 con cuatro goles ante Alemania en semifinales. Después, se convirtió en el benjamín de la primera aventura de David Gordo con la sub 21 (marcando, encima, en su estreno), para regresar ahora a los de su teórica generación.

Buscará Pablo García su enésimo escaparate en un 2025 para enmarcar. Y es que el Mundial sub 20 será la undécima competición diferente en nueve meses para el zurdo, que empieza a sonar ya con fuerza en las agendas de muchos clubes importantes. Como desveló ESTADIO Deportivo en exclusiva, los Wolves meditaron este verano pagar su cláusula de rescisión, de sólo 30 millones de euros, aunque hasta otros dos equipos ingleses lo tienen monitorizado, así como algún otro de LaLiga (gusta mucho a los técnicos de las inferiores del Atlético de Madrid), la Ligue 1, la Serie A y la Bundesliga. Él, mientras le dejen, sigue soñando a sus 19 años con hacerse un nombre en el Real Betis, aunque tenga que pelear el puesto a un tal Antony Matheus dos Santos. Su versatilidad le permitirá, cuando vuelva de Chile (ojalá que dentro de un mes), ofrecer a su mentor Manuel Pellegrini soluciones también en la izquierda, la media punta o la delantera. Lo que haga falta. Hay confianza.