Desde 2019, antes y durante la pandemia, el nombre de José Juan Macías apareció a menudo vinculado con el Real Betis y también con el Sevilla FC, prestos a apostar por un delantero que destacaba en las filas de las Chivas de Guadalajara y que el 'Tata' Martino hizo debutar enseguida con la absoluta de México, respondiendo con cuatro goles en sus primeros tres partidos. El dueño de su pase, el Grupo Pachuca, admitía la inminencia de su salto al fútbol europeo, sumándose la Real Sociedad y el Getafe CF a su lista de pretendientes en España, su prioridad pese a contar con clubes interesados en otros países de las cinco grandes Ligas del Viejo Continente. Tras una inesperada cesión al Club León que no mermó las expectativas, los azulones se hicieron con un préstamo con opción de compra en el verano de 2021, aunque el norteamericano no se adaptaría a LaLiga, regresando seis meses después a casa.
En 2022, precisamente, comenzaría su calvario con las lesiones, pues la mayoría de las trece que ha sufrido en su aún incipiente carrera acontecieron en estos tres años transcurridos hasta que Santos Laguna, que pagó 2,33 millones de euros el pasado verano por su pase, ha llegado a un acuerdo para su rescisión este mes de febrero de 2025, puesto que Macías comunicó a la entidad de Torreón que ha tomado la decisión de retirarse. Ya se le pasó por la cabeza en octubre pasado, cuando tuvo que ser intervenido en Estados Unidos de una dolencia de menisco, aunque entonces volvió a tirar de resiliencia para apurar sus opciones de regresar y mantenerse sano: "Ha sido demasiado difícil y desafiante, pero en mí no ha quedado ni un esfuerzo a deber para poder estar en mi mejor forma física para jugar. Los tiempos de Dios son perfectos y lo último que muere es la fe. Seguiré dando lo mejor de mí hasta el final, hasta que la vida me diga que debo de tomar otro camino, pues amo el fútbol".
El artillero se puso en manos de recuperadores, nutricionistas y entrenadores personales para conseguir una estabilidad que, finalmente, no ha alcanzado, presa de numerosas interrupciones por problemas generalmente musculares, aunque también de tipo óseo y tendinoso. Y eso que parecía haber pasado lo peor tras romperse dos veces seguidas el ligamento cruzado entre junio de 2022 y noviembre de 2023, con menos de un mes de actividad entre una y otra. Esos casi 500 días de rehabilitación dejaron marcado a José Juan Macías, que fue acumulando después pequeñas contingencias físicas que han terminado minando su confianza y sus ganas de seguir.