Óscar Murillo4 min lectura"Todos los equipos tienen altibajos. Es verdad que en los cinco últimos partidos (de LaLiga, se refiere) no habíamos estado cómodos ni jugado bien, pero el Betis se rehace; lo lleva demostrando dos años. Ésta es la línea que tenemos que seguir, aunque es un año raro, la verdad. Pero, al final, lo que importa es que llevamos dieciséis jornadas y estamos en puesto de Champions, que es el objetivo", apuntaba en los micrófonos de RTV Betis un comedido Aitor Ruibal, que volvía a resaltar, como su entrenador y los compañeros que atendieron a los medios de comunicación, que se no se trataba de un compromiso sencillo: "El Rayo lleva tres o cuatro años con el mismo bloque, juega muy bien, sobre todo en casa, un campo complicadísimo donde te aprietan mucho, por lo que sacar los tres puntos de aquí es un orgullo".
Sobre Luiz Henrique, autor del golazo de la victoria al filo del descanso, el polivalente jugador de Sallent, que compartió banda derecha con el brasileño, aclara que "lo que necesita la gente joven es adaptarse, jugar... pero sin relajarse, porque enseguida llega otro y te quita el puesto", por lo que aboga por "estar con él y apoyarlo, porque está demostrando cosas de ser un muy buen jugador". Una gran noticia para los verdiblancos, que terminarán de nuevo en puestos europeos después de un arranque de 2023 sobresaliente, con remontada para ganar por 1-4 en la Copa del Rey al CD Ibiza Islas Pitiusas y nuevo triunfo por 1-2 a un Rayo Vallecano que, por ahora, es un rival directo por la zona privilegiada de los heliopolitanos.
Y, ahora, toca cambiar rápidamente el chip, porque entre torneo de la regularidad y torneo del K.O., llega la Supercopa de España, que se disputa desde hace años en Arabia Saudí. "Vamos con la mentalidad de que nunca tienes un título tan cerca. Al final, son dos partidos, el primero ya muy difícil, aunque nosotros competimos con todo el Mundo y vamos a ir a ganar", avisa el catalán, que ofrece soluciones a Manuel Pellegrini en hasta 4-5 demarcaciones diferentes, pues comenzó jugando de delantero, se adaptó al puesto de extremo, a pierna natural o cambiada, asentándose últimamente como lateral diestro o zurdo.
Sobre su nuevo look, que causó sensación en tierras madrileñas, Aitor recordaba que no es la primera vez que se pinta el pelo de un color diferente al natural, en esta ocasión una mezcla entre verde y azul: "Ya me dio suerte la última vez que me teñí, en la final de la Copa del Rey. He probado a ver si había suerte, pero hago las cosas porque me gusta la locura sobre todo".