La histórica decepción del Real Betis en Nervión

El Real Betis volvió a demostrar su ya tradicional incapacidad para sacar los tres puntos del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán

Iván DíazIván Díaz
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La histórica decepción del Real Betis en Nervión
Pellegrini, de brazos cruzados durante el duelo del pasado domingo ante el Sevilla FC. - UES

Hoy, el Citroën 2 CV de los ochenta de mis abuelos volvió a pasar la ITV después de haber sufrido más de diez años de abandono en un garaje. Recuerdo su techo de lona descapotable que mi padre descubría cada lunes para que el sol ambientase nuestros paseos. Y al verlo de nuevo, comprobé que todo seguía igual. Ese cuatro ruedas burdeos, con su sistema de iluminación inspirado en luciérnagas y que arrancaba sonrisas de caballo al padre que me crió, seguía inmutable al paso del tiempo. Aún tenía grabado su olor tan distintivo en mi cerebro. Aparece en él junto a una pelota de playa de Sunny Delight que aguantó por mucho tiempo la respiración de una manera inexplicable y junto a otros trastos que completaban el desastre al que estaban sometidas aquellas cuatro paredes que mi familia tenía por cochera. Ahora, ese recuerdo que golpea mi mente vuelve con la clara idea de lanzar un desafío al más destacado de los filósofos jónicos. A ese que dice que “no nos bañaremos dos veces en el mismo río”. Heráclito, por Dios, ¿es que acaso no has visto lo que es un derbi? Es lo de siempre, la misma historia.

Sin duda, ese Citroën bien puede ser el carro que Marty McFly pilotaba en “Regreso al futuro”. Porque ese viaje transtemporal, que efectuó el joven al montarse en el automóvil con el científico loco de melena blanca, es justo la única alternativa posible para que yo vea a los de Heliópolis venciendo ante el eterno rival. Mi padre me replicó al verme escribir: “Niño, hace poco fue el de la manita. Además, hace poco vi yo un 0-3 de los Alfonso, Jarni, Finidi…”. Pues eso, a vivir de los recuerdos. Y me da a mí que es mejor que Iván McFly elija ir por la autovía si quiere estar rápido de vuelta porque la distancia en el tiempo es larga. Aunque de todas formas, pensándolo bien, el viaje va a tener pocas paradas.

Oí tras el partido que el Sevilla ha ganado más títulos en el siglo XXI que derbis el Real Betis en el mismo tiempo en Primera División. Unas palabras que se fueron cual cuchillo directas a mi corazón. Afortunadamente, es tan depravada la costumbre que tiene el equipo de las Trece Barras, que hasta el dolor se desvanece en cuestión de segundos. Porque es son ellos mismos, los que arrodillados, entregan cada año al “Griffindor de Nervión” la varita con la que le pide que lo ejecute. Esta vez fue Miranda quien hizo entrega en mano a Mendilibar. No quiso aprovecharlo. O no pudo. Porque lo cierto es que la zaga bética levantó una muralla que ríete tú del imperio romano. Aunque lo cierto es que los delanteros se olvidaron las lanzas en casa.

Ir al dentista con una muela picada, al taller a por un cambio de neumáticos o, qué sé yo, pedir la cuenta después de un aniversario en el María Trifulca. El sufrimiento está asegurado. Es justo el pensamiento que tiene incrustado la fiel infantería bética. Y su equipo no defraudó una vez más. Un derbi más en el que tiemblan las piernas antes de entrar. Una vez más, donde el pitido inicial del árbitro fue un aviso para que los verderones apretasen los dientes y vieran, de verdad, lo que tenían enfrente. Un complejazo del tamaño de la Catedral de Burgos. No hay más. Porque el partido terminó en empate, pero teniendo en cuenta que, a priori, el desfile de legionarios los colocó Pellegrini y no Mendilibar sobre aquel coliseo rojo, ese café descafeinado que me bebí el domingo en Nervión supo a amarga derrota.

A decir verdad, uno, que nació en el siglo veintiuno, ha visto a su equipo claudicar en derbi sí, derbi también. Si bien, lo cierto es que el crecimiento del club es evidente. Jamás vi al Real Betis entrar en competición europea durante tres temporadas consecutivas. Con la UEFA Conference League encarrilada, tiene en la palma de la mano lograr el trío de ases con la UEFA Europa League. Sin duda, una proeza digna de halagos que puede certificar este miércoles ante el Getafe. Y aquí la cosa tampoco cambia. Una vez más, el Benito Villamarín se pondrá sus mejores galas para llevar a sus guerreros hacia la gloria. Y tranquilo, Manuel. Estoy completamente seguro de que este miércoles lo ‘Bordalás’.

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