El inexplicable caso que también ha sorprendido a los dirigentes del Betis

Ángel Haro comparece este martes para explicar la situación actual del club tras el cierre del mercado de verano y los planes de futuro, con el asunto de las inscripciones como telón de fondo

El inexplicable caso que también ha sorprendido a los dirigentes del Betis
Juanmi y Borja Iglesias se saludan tras un gol ante el Elche. - Lince
Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura

Una vez abrochada, felizmente por la colaboración de muchos, la ventana veraniega de transferencias y saldada la visita al Real Madrid, toca hacer balance y dar explicaciones. Han sido muchos, profesionales y aficionados, los que demandaban que Ángel Haro, José Miguel López Catalán y Antonio Cordón dieran la cara para desgranar el espinoso asunto de las inscripciones, que ha mermado el potencial del equipo a disposición de Manuel Pellegrini durante las tres primeras jornadas de LaLiga (con fenomenal respuesta de los que había: un 9 de 9 para alcanzar el coliderato) y mantenido en vilo al beticismo hasta unos minutos antes del 'deadline'. Y el presidente de la entidad heliopolitana comparecerá este martes (13:00 horas) en la sala de prensa del Estadio Benito Villamarín para hablar de la situación actual y futura, poniendo algo de luz sobre en qué ha consistido el esfuerzo de los accionistas y el vestuario para solventar el entuerto.

Lo de las 'palancas' es el pan de cada día en las últimas semanas en la Ciudad Condal, aunque aquí resulta complicado de entender. En realidad, no se han hipotecado los activos del Real Betis en lo que a derechos televisivos, de imagen, abonos o ticketing se refiere, sino que los que arriesgan son el propio villaverdero, su mano derecha (con tres millones de euros cada uno de su patrimonio personal) y otros directivos, que reunieron otros 300.000 euros: José María Pagola, Ozgur Unay, Carlos González de Castro, José María Gallego, Rafael Muela y Ricardo Díaz. Una tesitura a la que ha dado lugar LaLiga cambiando su actitud de pasotismo y comprensión (con la Covid-19 como coartada) de las dos últimas campañas, con el pacto con CVC como máxima expresión de colaboración, por una intransigente que ha forzado a que muchas entidades tengan que vender a varios de sus jugadores claves.

Como ya es sabido, en La Palmera apenas han tenido que prescindir de un fijo como Bartra, traspasado al Trabzonspor por una base de apenas 1,35 millones de euros y bonus hasta los cinco, pero con la tranquilidad de haber firmado un relevo de garantías como Luiz Felipe. El resto, que rechazó ofertas mejores o peores pero existentes, decidió quedarse, incluso ampliando hasta 2026 contra todo pronóstico como William Carvalho. El mismo camino, la continuidad, siguieron bastiones como Rui Silva (tentado sobre la bocina por el Ajax), Álex Moreno (que rompió un principio de acuerdo tripartito con el Nottingham Forest), Guido Rodríguez (seguido de cerca desde la Premier, especialmente por parte del Everton) o Fekir (que no quiso ni escuchar a un emisario del acaudalado Newcastle). Con todo, hay un caso que sorprende sobremanera en la planta noble del Benito Villamarín.

Sondeos, pero sin movimientos reales

Y es que, aparte de los habituales sondeos de intermediarios, que en realidad tratan de mover futbolistas a cambio de una comisión con permiso de los verdaderos agentes y sólo quieren tener claras las exigencias económicas y la disponibilidad para emigrar, no han existido movimientos serios por los dos máximos realizadores del Betis en la 21/22 y el arranque de la 22/23, Juanmi y Borja Iglesias. Entre los dos fueron responsables de 39 goles y 7 asistencias, reclamando ambos uno más por cabeza que las estadísticas oficiales asignan, respectivamente, al entonces meta del Mallorca Manolo Reina y el central del Celtic Scott Bain en propia meta. En lo que va de curso, el de Coín ha celebrado dos dianas, por cuatro del gallego (más el pase decisivo a Canales en el Bernabéu).

Para ser estrictos, por el 'Panda' preguntó un miembro reseñable de una importante agencia de representación internacional que decía hablar en nombre de hasta tres clubes de la Premier, pero, tras ser informado de que el Betis no lo soltaría a menos que llegara una oferta superior a los 40 millones de euros, desistió de su empeño. Por Juanmi, en cambio, no ha habido nada destacable, más allá de las mencionadas preguntas de los profesionales del sector para hacerse una idea. Tampoco es que haya supuesto un problema para nadie en Heliópolis. Causado sorpresa, sí, porque es difícil encontrar sus números en un extremo zurdo, con una edad además (29 años) que asegura bastante continuidad. Encima, ha empezado la 22/23 como acabó el ejercicio pasado, mientras que hace más de dos años (toquen madera) que no pasa por la enfermería. De paso, y a falta de confirmación similar a la de William Carvalho, el costasoleño habría aprovechado la visita al Villamarín para diferir cantidades de su sueldo para ampliar un contrato que terminaba en 2024 por dos campañas más.

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