Isco casi la lía en la final y pide paso en la Selección
El centrocampista bético, inédito contra Francia, entró en la segunda parte y dejó su impronta con presencia y una genialidad que casi evita la prórroga; en los penaltis, asumió la responsabilidad

Isco Alarcón cumplió su deseo de redebutar con la Selección Española en la final de la Nations League y, como era de esperar, no pasó precisamente desapercibido a pesar una derrota contra Portugal en la tanda de penaltis que impidió, lógicamente, que su alegría fuese plena.
Después de que Luis de la Fuente le dejara sin minutos en la semifinal contra Francia, que terminó con 5-4 para la Roja, el centrocampista bético volvió en enfundarse la elástica patria en la gran final de la competición. Así, entró en el terreno de juego en el minuto 75 en lugar de Pedri, con 2-2 ya en el marcador tras el empate de Cristiano Ronaldo, y lo cierto es que su presencia se notó sobre el terreno de juego.
De hecho, a los ocho minutos de su ingreso en el terreno de juego, en el 83', la estrella verdiblanca a punto estuvo de coronarse con un auténtico golazo, pero Diogo Costa lo evitó con un paradón. Isco recogió el esférico en la frontal, a varios metros del área, y no se lo pensó ni un momento, con un lanzamiento dirigido a la misma escuadra izquierda del meta luso.
Y es que no tardó en convertirse en una referencia para sus compañeros, que lo buscaron constantemente desde que De La fuente se decidió a recurrir a su genialidad. Hasta el final del tiempo reglamentario se dejó notar sobre el césped, para después ceder un poco el protagonismo en la prórroga ante el dominio en la medular de los portugueses, con Leao y Mendes marcando los tiempos.
Llegó la hora de la tanda de penaltis e Isco, a pesar de ser 'nuevo' en la Selección, asumió la responsabilidad de lanzar el tercero de España y no le pesó en absoluto. No en vano, lo afrontó con tranquilidad y, aunque el meta le adivinó las intenciones y llegó a tocar el balón, la potencia y la colocación del disparo mantuvieron a España viva. El siguiente lanzamiento corrió a cargo de Morata y ahí se terminó el sueño de España de conquistar el título, porque Diogo Costa lo detuvo y Portugal no perdonó en el quinto y definitivo penalti.
Aun así, más allá de la tristeza por el empate, Isco demostró en los minutos de los que disfrutó que merece estar en la Selección y desempeñar de un rol más destacado del que le asignó el técnico riojano en su segunda convocatoria.