La piedra en el camino de Juan Cruz es tan grande como se esperaba

La segunda resonancia magnética en su pierna izquierda desvela que la lesión en el músculo semitendinoso es de envergadura, por lo que se estima que no podrá tocar balón antes de enero

La piedra en el camino de Juan Cruz es tan grande como se esperaba
El hispano-argentino acumulaba 481 minutos, amistosos aparte, a las órdenes de Manuel Pellegrini. - RBB
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura

La loable intención de Juan Cruz de recortar plazos a su recuperación y estar disponible para Manuel Pellegrini en el regreso de LaLiga el próximo 29 de diciembre (19:15 horas, ante el Athletic Club en el Benito Villamarín) choca con la cruda realidad. Como se temía, la segunda resonancia magnética a la que se sometió este jueves el atacante, alrededor de 12 días después de la que aclaró el tipo de lesión que sufría tras retirarse lesionado el 19 de noviembre en el segundo amistoso contra Colo Colo y último compromiso de la nefasta gira por Suramérica, no arroja novedades en positivo más allá del descarte del quirófano, un diagnóstico consensuado por los diferentes especialistas que han evaluado las pruebas. Con todo, la piedra en el camino a la que aludía el hispano-argentino en sus redes sociales es, finalmente, tan grande como se pensaba. Un palo a su enorme proyección, que le valió su reciente renovación hasta 2025.

El zurdo sufre una lesión de envergadura en el músculo semitendinoso de la pierna izquierda, uno de los tres (junto al semimembranoso y el bíceps femoral) que componen el grupo de los isquiotibiales, situados en la parte posterior del muslo, y que recorren el cuerpo desde la pelvis hasta la rodilla. Los tendones que los soportan participan en la flexión de la pierna, por lo que Juan Cruz, que ya sufrió una dolencia similar el curso pasado en el Betis Deportivo, supo enseguida que se trataba de lo mismo. Precisamente este antecedente aconseja tanto el proceso conservador como la cautela, por lo que ni mucho menos forzará para estar antes de tiempo por el serio riesgo a una recaída. En principio, el pronóstico es un mínimo de seis semanas y un máximo de ocho, en condiciones normales, para que pueda volver a tocar balón, lo que pospone su retorno al grupo para trabajar con normalidad ya a 2023.

Lo lógico es que el extremo y mediapunta pise un poco el acelerador a mediados del primer mes del nuevo año, cruzando los dedos para formar parte de la expedición a Arabia Saudí para jugar la Supercopa de España (12 y, con suerte, 15-E), pero nunca antes, quedando descartados los choques ligueros frente a Athletic (29-D) y Rayo Vallecano (primer fin de semana de 2023), así como la ronda copera entre ambos. El futbolista criado en la Costa del Sol pero nacido en Quilmes, que acumula 481 minutos oficiales a las órdenes del 'Ingeniero' sin contar amistosos y con la imposibilidad de actuar en la Europa League por promocionar cuando ya se había cerrado la lista A, hacía cábalas este miércoles durante su entrevista en Betis TV, con muchas ganas de cumplir lo que había confesado a sus allegados y asesores nada más romperse en Viña del Mar: sabe lo que tiene entre manos y no apurará los plazos en lo más alto del abanico de tiempo. Finalmente, deberá tomárselo con un poco de calma.

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