Óscar Murillo3 min lecturaLa derrota del Real Betis ante el Girona FC (3-2), cuarta seguida de los hombres de Manuel Pellegrini, viene teñida de cierta polémica. Y no porque el tanto definitivo de Cristhian Stuani en el alargue pudiese haber llegado en posición ilegal, sino por la indumentaria de los heliopolitanos. Afeaban desde varios frentes que nadie en la entidad de La Palmera hubiese solicitado a sus anfitriones que se guardara un minuto de silencio por el fallecimiento en la madrugada del Sábado de Pasión al Domingo de Ramos de Manuel Ruiz de Lopera o que, al menos, se luciesen brazaletes negros en su memoria, habida cuenta de que se acababa de marchar el que fuera durante un par de décadas el máximo accionista de una entidad de la que fue presidente y consejero delegado, siempre máximo mandatario en la sombra, problemas judiciales aparte.
Olvido u omisión, el caso es que los verdiblancos saltaron al césped de Montilivi con su segunda equipación, aunque con calzonas blancas en lugar de verdes, sin distintivo alguno en señal de luto. No obstante, desde la planta noble del Benito Villamarín se descarta el desprecio que sí atisban otros. No en vano, la plana mayor de la entidad de personó en el tanatorio de la SE-30 y mostró sus respetos a la familia del empresario de El Fontanal. El presidente, Ángel Haro; el vicepresidente, José Miguel López Catalán; y el CEO, Ramón Alarcón, estuvieron presentes en los actos fúnebres, además de Joaquín Sánchez, que habló con mucho cariño de Lopera, y otras personalidades, como el máximo responsable de las peñas béticas, Juan de Dios Álvarez, o ex compañeros de consejo de administración del finado como Manuel Castaño, Ángel Martín o José Antonio González Flores.
A falta de confirmación oficial, la Cadena Cope avanza que la idea de la institución hispalense es rendir un pequeño homenaje a su ex rector en el primer encuentro en casa desde su muerte, el próximo viernes 12 de abril (21:00 horas) frente al RC Celta, justo tras un nuevo parón de LaLiga por la disputa este fin de semana de la final de la Copa del Rey. Será entonces cuando los profesionales y la grada del Coliseo de La Palmera recuerden a Manuel Ruiz de Lopera y se luzca toda la parafernalia propia de estos actos, con minuto de silencio, mensaje en el videomarcador y brazaletes negros. Entienden en el Betis que haberlo hecho en Girona ante unos 600 aficionados habría sido inmediato, pero convertido en repetitivo un nuevo acto en su honor frente a más de 50.000 hinchas en el estadio que una vez llevó el nombre del habitante más famoso de la calle Jabugo.