Rui Silva y Desplanches: indicios de que el río suena y agua lleva

La Roma ha desmentido que tenga interés en Mason Greenwood, pero calla respecto a un posible relevo generacional de Rui Patrício; el Chelsea, dispuesto a pagar los 75 millones de la cláusula de Diogo Costa, a quien podría suplir el de Maia en Oporto

Rui Silva y Desplanches: indicios de que el río suena y agua lleva
El cancerbero luso quiere aclarar cuanto antes su futuro. - @ruisilva_1
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

Como el resto de sus compañeros, entre los que estará seguramente ya Ayoze Pérez y puede que Bellerín y Marc Roca, Rui Silva está citado este martes en la Ciudad Deportiva Luis del Sol para iniciar la pretemporada a las órdenes de Manuel Pellegrini, ocasión para que, de ser cierto su presunto descontento y sus ganas de marcharse, lo plantee oficialmente. Ya de vuelta de sus vacaciones en Menorca, el portero tenía previsto pernoctar este mismo domingo en su residencia de Sevilla junto a su esposa, Inés, en avanzado estado de buena esperanza. Pronto serán tres, cuando nazca Manuel, el primer hijo de la pareja, en el mes de noviembre. Llevará el nombre del padre de ambos, el de él, fallecido el año pasado. Lo que está por ver es si la familia crecerá aquí o en el extranjero. De momento, el río de su futuro suena con fuerza en Roma y en Oporto. Y los indicios hacen pensar en que, completando el famoso refrán, agua lleva.

De un lado, el club de la capital transalpina lleva semanas planteándose la búsqueda de un relevo generacional para Rui Patrício (35), un sondeo que cobraría más fuerza si, como dejó caer en vísperas de la final de la Europa League ante el Sevilla FC, su entrenador, José Mourinho, decide no cumplir el año de contrato que le queda. La Associazione Sportiva, además, salió recientemente al paso de una información de 'The Sun' que le vinculaba con Mason Greenwood (21), prometedor extremo del Manchester United que lleva año y medio sin jugar tras una acusación de violación que no prosperó, pero que le costó la inhabilitación por parte de los mancunianos y la pérdida de las marcas que le esponsorizaban. Es verdad que, en este caso concreto, la imagen 'giallorossa' quedaba en entredicho, aunque no ha habido desmentidos ni puntualizaciones con Rui Silva.

En otro orden de cosas, el Chelsea aprieta por el cancerbero del Oporto, Diogo Costa, hasta el punto de que en Inglaterra y Portugal coinciden en la posibilidad de que pague su cláusula, de 75 millones de euros (no sube a 100 a mediados de julio, como se llegó a publicar), reinvirtiendo parte de los más de 150 ingresados por la 'limpia' auspiciada por Mauricio Pochettino. Es cierto que se ha gastado ya 97 en dos delanteros (Nkunku y Jackson), pero debe suplir a Mendy, cancerbero traspasado al Al-Ahli saudí. Ese movimiento (Costa por Mendy) abriría las puertas de los 'Dragoes' al todavía meta bético, que vería cumplido uno de sus sueños. Silva nació en Águas Santas, una pedanía de Maia, dentro del distrito de Oporto. De hecho, apenas 11 kilómetros separan a ambos términos, hasta el punto de que el Aeropuerto Francisco Sá Carneiro, conocido popularmente como Pedras Rubras, está en Maia. Sería, por tanto, un regreso a casa en plena madurez, aunque nunca por los 6-7 millones de euros rumoreados en el país vecino, sino a partir de los 15 que marca su precio de mercado.

Como ya se ha publicado, el Betis no se cierra a escuchar ofertas por ningún miembro de su plantilla, especialmente aquéllas que, como en este caso, supongan una amplia plusvalía, ya que Rui llegó a coste cero. Incluso, de manera paralela, en Italia se habló de una propuesta por Sebastiano Desplanches, 'Guante de Oro' del último Mundial sub 20, aunque el futuro de éste parece estar en Italia, donde ya empiezan a tantearlo clubes de la Serie A. En cualquier caso, en La Palmera pensaron en él como tercer portero, seguramente en el filial de partida, por un Dani Martín al que se le busca acomodo. De marcharse el portugués, se activaría la búsqueda de un competidor con más experiencia para Claudio Bravo, con varios nombres apuntados en la agenda de Ramón Planes, varios de ellos cedidos.

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