Situación compleja del Chimy Ávila en el Betis tras cerrar el mercado
El argentino ha permanecido en el Betis a pesar de que se le buscó una salida para abrir espacio a un nuevo delantero y ahora se enfrenta a una situación muy complicada tras lo ocurrido contra el Athletic

La hoja de ruta del Betis en el presente verano contemplaba la salida de Chimy Ávila y Manu Fajardo lo intentó hasta el último día del mercado para abrir el espacio necesario para la llegada de otro delantero, con diferentes opciones sobre la mesa.
Sin embargo, tanto Bakambu, también en la rampa de salida, como el argentino han permanecido en La Cartuja ante la ausencia de ofertas que convencieran a todas las partes para completar su marcha.
En el caso del rosarino, fueron varios los clubes, tanto de España como allende la frontera, que llamaron a la puerta del Betis y del atacante, con intentos casi sobre la bocina, pero ninguno prosperaron por distintas razones, sobre todo porque la oferta no era convincente o el destino no seducía a Chimy, que siempre ha mantenido su deseo de triunfar como verdiblanco.
Sin embargo, su continuidad en el Betis supone realmente un problema para Chimy Ávila, pues su situación como heliopolitano ha empeorado drásticamente en el arranque de la presente temporada y ha adquirido silueta de irreversible después de que el pasado domingo se produjera el peor escenario posible para un futbolista. No en vano, cuando entró en el campo durante el choque contra el Athletic, el argentino fue pitado por una parte de la grada en La Cartuja como resultado de un ambiente hostil que ha crecido de manera progresiva.
Ya la campaña pasada comenzó a generarse una corriente de opinión contraria a Chimy por su escasa participación y un ímpetu que al principio generó conexión con la afición, pero después todo lo contrario por los contratiempos que le ha generado al Betis. No obstante, todo se precipitó en el arranque liguero contra el Elche, cuando, después de haberle colgado el cartel de descarte, Pellegrini le introdujo en el campo con 0-1 y desesperó al beticismo al desperdiciar la oportunidad para sentenciar y, sobre todo, por su pasividad defensiva en el tanto ilicitano.
En las redes se multiplicaron las críticas y las peticiones al club de su salida, pero lo cierto es que, al margen del partido contra el Alavés, en el que no participó, Pellegrini siempre ha terminado recurriendo a él para copar el costado antes las bajas y la necesidad todavía de fichajes. Sin embargo, la llegada de Antony le aleja aún más de la posibilidad de contar con minutos y si los tiene en casa se tendrá que enfrentar a una tesitura muy desagradable si persisten los pitos.
Hasta ahora, el atacante ha disputado un total de 40 minutos en esta temporada repartidos en tres partidos, con un saldo nulo en goles y asistencias.