Tebas contesta a Bellerín: "Se repartieron gorras, pero faltó hacerlo con el agua"
FIFPro recomienda que no se disputen encuentros por encima de los 32 grados y los organizadores del fútbol en España, sin precisar, sí tienen regulado cambiar de hora aquéllos "en los que peligre la integridad de los participantes"

Se quejaba amargamente Héctor Bellerín durante la entrevista 'flash' con Movistar Plus nada más terminar el Levante UD-Real Betis de las adversas condiciones meteorológicas con la que se había disputado. "Esto no es ninguna excusa por el resultado, pero me parece una barbaridad tener que jugar un partido a 30 grados con el 80% de humedad, a principios de septiembre. Para nosotros eso es inhumano, pero, como tenemos una responsabilidad, lo hacemos (...) Es que no tiene ningún sentido; no se puede trabajar así. Nosotros, como jugadores ,necesitamos que también nos ayuden a hacer nuestro trabajo bien, porque así es muy difícil. De todas maneras, nosotros hemos dado de cien por cien, ellos también han dado de cien por cien, y creo que se ha visto un partido muy bonito", sentenciaba uno de los capitanes verdiblancos, aunque su presidente, Ángel Haro, restara importancia a este asunto este lunes durante la presentación de Sofyan Amrabat.
"Con respecto a la temperatura, al final estamos en una etapa donde es más difícil que nunca determinar el tiempo. No es fácil. Tampoco entender también cómo están de apretados todos los calendarios. Suspender un partido es un horror por lo que hay que montar para poder cuadrarlo. Hay veces que tocan estas situaciones. Es verdad que hacía mucha calor, pero todos los jugadores sufrían esa calor", terciaba el empresario villaverdero, conciliador en este arranque de curso con las autoridades, como ocurrió al explicar cómo Eduardo Prieto Iglesias le confirmaba que el gol de Sergi Altimira estaba bien anulado. Con todo, las previsiones hablaban de unos 28 grados centígrados a las 16:15 horas, cuando dio inicio el duelo. Un repaso a los informes de la AEMET descubre que, a las seis de la tarde, todavía con el juego en marcha, se rozaron los 30 grados en varias zonas de la capital del Turia, donde la máxima (31º) se alcanzó a las 14:50 horas, con una media de 26º.
El problema en estos casos, aparte de la sensación térmica (de unos 4-5 grados mayor, según las fuentes oficiales, dada la acumulación de personas), es la humedad relativa. La distancia entre el barrio donde se edifica el Ciudad de Valencia y la playa más cercana, la de la Malvarrosa, es inferior a 10 kilómetros. Y los informes hablan de que el listón arrancó con un 60% a la hora de inicio del espectáculo y que superaba ampliamente el 70% a su finalización. El 80% que calculaba a ojo el lateral badalonés se superó a las ocho de la tarde, rozándose el 90% a última hora de la noche. Muchos de los presentes denunciaron en las redes sociales que, efectivamente, el calor era insoportable, especialmente para los mayores y los más pequeños. Varias imágenes y vídeos difundidos muestran la desbandada al descanso de las zonas con sol y el colapso de los pasillos interiores del recinto en busca de agua en los servicios y, además, de algo de sombra.

El campo (con 21.938 espectadores, alrededor de 600 béticos) estaba a un 83,2% de su capacidad, pues el aforo máximo es de 26.354. Socios levantinistas confesaban que habían preferido quedarse en casa y verlo por la TV, cediendo o no su asiento, ante los pronósticos tan poco halagüeños. Sin embargo, LaLiga (que sí ha firmado protocolos de salud como el de 2024 con la Oficina Nacional de Deportes, la RFEF y la Asociación Española de Médicos de Equipos de Futbol para la comunicación ante emergencias de público en los estadios) no tiene un reglamento claro acerca del aplazamiento de encuentros por razones de altas temperaturas. La práctica habitual es recolocar con unos días de antelación los que pasen a disputarse por encima de los 32 grados, como lleva años solicitando la AFE por la recomendación de FIFPro, aunque no de manera vinculante.
"LaLiga, de acuerdo con la RFEF, por excepcionales razones de altas temperaturas y condiciones de humedad, ajustará los horarios de los partidos tanto correspondientes a las jornadas de fin de semana como a las jornadas intersemanales, cuando se constate que pueda peligrar la integridad de los participantes en el partido, especialmente durante los meses de junio a agosto inclusive. En tales supuestos, así como cuando se produzca un solapamiento excesivo en los encuentros dentro del mismo horario, por razones competicionales, se podrá habilitar el horario hasta las 22:01 horas", recoge de manera escueta y ambigua la 83 de la Española dentro de sus Normas Reguladoras y Bases de Competición del Campeonato Nacional de Primera y Segunda división desde la campaña 24/25.
En el acto de presentación del álbum de cromos oficial de LaLiga, su presidente, Javier Tebas, se ha referido a este asunto en estos términos: "Todas las semanas del año, los informes para los horarios de los partidos demuestran la temperatura media y el sol que ha hecho históricamente en la ciudad donde corresponde. La primera era de 30 grados, pero es que el partido empezó con 28º, según datos de la AEMET. El problema fue que, a lo mejor, la intensidad del sol en esos momentos produjo una serie de problemas. Evidentemente no me gusta que se produzcan lipotimias en los partidos. Esa solución viene con otras medidas que hay que tomar y en las que trabajaremos, como hemos hecho en otras ocasiones. Aquí nos faltó algo más de diligencia para evitarlo. Como el reparto de agua que hemos hecho en muchas ocasiones, pues ahí está el nuevo hueso. Creo que ahí nos faltó ese detalle. Gorras sí se repartieron. Normalmente hemos jugado a mayores temperaturas, con gradas expuestas al sol. Recuerdo por ejemplo en Sevilla, con quejas. Pero cuando ha habido gorras y ha habido agua que se han entregado pues no ha habido ningún problema”.