Ultimátum de Antony al Manchester United para volver al Betis
El brasileño, imperturbable pese a la presión, ha cerrado nuevamente todas las puertas a los Red Devils a falta de 11 días para que finalice el mercado de cara a obligarlo a que negocie y acepte las propuestas del Betis

El deseo de contar de nuevo con Antony en la presente temporada una vez terminada su cesión precisaba que este verano se dieran una serie de circunstancias que, por lo general, no suelen producirse, sobre todo que un futbolista de la altura del brasileño resista a la presión de un club poderoso como el Manchester United para regresar a un equipo donde ha militado seis meses.
Sin embargo, han pasado tres meses, y la hoja de ruta trazada por el Betis, consciente desde primera hora de que este asunto no se resolvería hasta final del periodo estival, sigue su curso merced a la voluntad imperturbable del paulista de vestir de nuevo la elástica verdiblanca. De este modo, ninguna de las medidas de presión los mancunianos, como apartarlo del grupo en la pretemporada o la amenaza de mantenerlo en la grada, han menoscabado su firme intención y ha rechazado todas las propuestas que le han puesto sobre la mesa, que sí se acercaban a las pretensiones económicas establecidas en Old Trafford, alrededor de 40 millones de euros.
Y es que el futbolista, una vez más, a falta de menos de dos semanas para que cierre el mercado, ha cerrado todas las puertas posibles al Manchester y le ha ofrecido una única salida, tanto en cuanto ha vuelto a dejar claro que solo quiere marcharse al Betis y que está dispuesto a esperar hasta el último día de la ventana de transferencias para lucir el dorsal 7 que el Betis le ha reservado con la esperanza de que la operación llegue a buen puerto.
Esta reciente comunicación por parte de los agentes del jugador, la última de varias a lo largo de este verano, reduce al máximo el margen de maniobra del Manchester United, abocado a negociar con los verdiblancos a partir de las cacareadas propuestas que le ha puesto sobre la mesa, es decir, una nueva cesión con un mayor aporte en su ficha o la compra del 50% de su pase por unos 20 millones de euros, por lo que ambas entidades compartirían propiedad aunque el control deportivo recaería en el bando bético.
La otra salida que le queda al Manchester es tratar de sacarle provecho sobre el césped, pero, de momento, Rúben Amorim ni siquiera lo convocó para el estreno liguero contra el Arsenal, saldado con derrota, por lo que ahora todo depende de la decisión que se tome en Old Trafford con las cartas muy marcadas ya a favor de los heliopolitanos. En este sentido, cabe apuntar que la actitud de Antony ha provocado un ambiente hostil en la afición inglesa contra él, como se refleja en los últimos días en las redes sociales, por lo que esta vía desesperada no parece sostenible.