Jesús Galiano3 min lecturaEl Cádiz CF atraviesa uno de sus momentos más delicados del curso y gran parte de ello se explica por la caída en el rendimiento de su jugador más desequilibrante: Javier Ontiveros. El conjunto dirigido por Gaizka Garitano volvió a tropezar lejos del Nuevo Mirandilla y lo hizo mostrando, otra vez, una preocupante falta de claridad ofensiva.
La derrota en Riazor ante el Deportivo de La Coruña no sólo dolió por el marcador, sino por la incapacidad del equipo gaditano para generar peligro real. El juego ofensivo, ya limitado durante buena parte del campeonato, se ha visto aún más afectado por la reciente caída de nivel de su futbolista más decisivo.
Ontiveros, que ha sido uno de los pilares ofensivos durante la temporada, acumula ya siete jornadas sin marcar ni asistir, algo que contrasta con el alto nivel que había mostrado anteriormente. El andaluz, con diez goles y cinco asistencias en su cuenta personal, fue el motor del equipo durante la mejor racha del conjunto amarillo.
Desde mediados de marzo, el marbellí ha dejado de ser ese jugador determinante que marcaba diferencias cada fin de semana. El desgaste físico parece haber hecho mella en su rendimiento, tal como se evidenció en su sustitución prematura en varios encuentros recientes. En Riazor, fue reemplazado a la hora de partido, confirmando las dudas sobre su estado actual.
El propio Garitano reconocía hace días que Ontiveros venía forzando desde hace tiempo, siendo uno de los jugadores que más minutos acumulaba en la plantilla. La carga de partidos, sumada a la presión de ser el líder ofensivo, parece haber afectado su frescura tanto en el regate como en la toma de decisiones.
La situación no pinta bien para el Cádiz. Con la permanencia en juego y varios partidos clave en el horizonte, como los duelos frente a Elche, Granada o Castellón, la falta de protagonismo de Ontiveros podría ser un factor determinante. El equipo necesita más que nunca al jugador que brilló ante el Racing de Santander o que fue nombrado mejor jugador de LaLiga Hypermotion en febrero.
Con contrato hasta 2028, su futuro no está en duda, pero sí lo está el presente inmediato del equipo. Sin alternativas claras que puedan suplir su rol, el Cádiz CF deberá encontrar soluciones colectivas para un problema que hasta ahora maquillaba su jugador más talentoso. Si el malagueño no recupera pronto su nivel, el panorama podría volverse oscuro en este tramo decisivo del campeonato.