Escándalo en el Castellón

Bob Voulgaris, presidente del CD Castellón, ha sido sancionado con 15 días de inhabilitación por el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), debido a su comportamiento inapropiado al finalizar el reciente partido frente al Albacete. La sanción llega en un momento delicado para la entidad, a escasas horas de la presentación del ambicioso proyecto de su nueva ciudad deportiva.

La resolución, publicada este miércoles por la mañana, impide al máximo mandatario albinegro ejercer funciones institucionales, incluidas comparecencias públicas o presencia en partidos oficiales. Según detalla el acta arbitral del encuentro, Voulgaris accedió al campo para, en principio, saludar al colegiado González Díaz, pero acto seguido se dirigió a él de forma agresiva, cuestionando su actuación con insultos en inglés: “This is a f**ing disgrace! I have never seen something like this before!”.

Un arrebato que le cuesta caro a Voulgaris

El informe del árbitro recoge que el presidente tuvo que ser separado del colegiado por miembros del propio club, lo que motivó que el Comité de Disciplina aplicara el artículo 52 del Código Disciplinario, que contempla sanciones por “actitudes de desprecio o falta de respeto hacia árbitros y autoridades deportivas”. La inhabilitación viene acompañada de una multa económica accesoria.

Esta situación obligó al Castellón a reorganizar de urgencia su agenda institucional. El acto previsto para este miércoles en La Coma de Borriol, donde se iba a anunciar la futura ciudad deportiva del club, finalmente fue presidido por el director general, Alberto González, quien tuvo que asumir la representación en un evento considerado crucial para el futuro del proyecto deportivo.

Incertidumbre y silencio institucional

Además de la sanción a Voulgaris, el Comité también ha castigado al jugador Jetro Willems con un partido de suspensión por acumulación de tarjetas, lo que le impedirá estar disponible para el compromiso liguero ante el Racing de Santander.

El club, hasta el momento, no ha emitido ningún comunicado oficial sobre si recurrirá la sanción impuesta a su presidente, lo que ha generado incertidumbre entre los aficionados y miembros de la directiva. La falta de respuesta pública también coincide con el creciente malestar dentro del entorno castellonense por recientes decisiones arbitrales y la gestión de los horarios de competición.

La sanción, que llega en un punto clave de la temporada, no solo supone un varapalo institucional, sino que podría enturbiar la relación entre el club y los estamentos arbitrales de cara al tramo final del campeonato.