"Sería un placer volver al Celta"

Miguel Rodríguez ya es historia definitivamente en el Celta de Vigo. El extremo de Redondela salió al pasado verano ante el poco protagonismo que estaba teniendo con Claudio Giráldez y firmó por el Utrecht. En la Eredivisie ha salido literalmente con unos sobresalientes registros (siete goles y tres asistencias en 20 partidos) lo que ha obligado al conjunto neerlandés a ejecutar la opción de compra que tenía pactada de 1,5 millones de euros por el 50% de los derechos del futbolista criado en Afouteza.

Sin embargo, puede que su estadía en Utrecht no vaya a durar más allá de este verano pues clubes más importantes de Países Bajos y del extranjero le siguen muy de cerca. El Celta también se reserva un 50% pero el Utrecht puede comprar otro 30% extra por sólo 750.000 euros más, lo que dejaría al club vigués con escaso margen de control sobre su canterano. Sea como fuere, Miguel Rodríguez ha demostrado que necesitaba sentirse protagonista.

"Esa era mi intención al venir aquí. Di el paso con esa ambición. Ha salido muy bien la apuesta. La motivación al llegar era sentirme futbolista de nuevo porque en mi última etapa en Vigo no tuve la continuidad que esperaba. Quería volver a disfrutar del fútbol y lo he conseguido. Creo que he mejorado mucho durante estos meses. Tengo buena relación con Claudio Giráldez, pero lo que un futbolista quiere es jugar. Cuando uno no participa mucho, como me ocurrió la temporada pasada, no te sientes una parte importante del equipo. Sabía que no contaban demasiado conmigo y eso no me permitía sentirme bien. Aquí es todo lo contrario", ha explicado el de Redondela en una entrevista al diario As.

Eso sí, Miguel Rodríguez deja claro que siempre será del Celta y por eso mismo no descarta una posible vuelta en el futuro. "Yo no habría podido hacer nada porque el Utrecht tenía la opción de comprarme y la ha ejecutado. He sido del Celta desde niño, pero aquí me han ofrecido una gran oportunidad y les estoy muy agradecido. Soy del Celta y siempre lo seré. Eso no cambiará, pero ahora no formo parte del club y el futuro nadie lo conoce. Obviamente sería un placer volver algún día y triunfar allí", ha reconocido.

De hecho, el extremo derecho ha confesado que no guarda rencor a nadie en Vigo por haberle dejado marchar: "No me dolió porque lo fui asimilando y todo forma parte de un proceso. Desde pequeño yo era fan del Celta. Iba a los partidos con mi familia y me inculcaron casi desde que nací el amor por esos colores. Mi sueño siempre fue jugar allí, he debutado, he jugado varios partidos y he sido feliz, pero ahora sabía que tenía que buscar otra opción fuera para crecer y sentirme importante otra vez. Era el paso que había que dar y lo hice".