Arteta, indignado

El entrenador del Arsenal, Mikel Arteta, se mostró abatido tras la eliminación de su equipo en las semifinales de la Champions League, luego de caer frente al Paris Saint-Germain en una serie marcada por la igualdad y resuelta por mínimos márgenes. El técnico vasco atendió a los micrófonos tras el encuentro disputado en el Parque de los Príncipes, visiblemente afectado por el resultado que les priva de disputar la final de Múnich el próximo 31 de mayo.

Pese a haber dejado en el camino al Real Madrid en los cuartos de final, los ‘gunners’ no pudieron doblegar al conjunto dirigido por Luis Enrique. “En este torneo se decide todo en las áreas. Nosotros veníamos con muchas bajas importantes, pero el equipo ha mostrado valentía y carácter”, explicó Arteta al término del partido.

El muro llamado Donnarumma

El entrenador del Arsenal no dudó en señalar a Gianluigi Donnarumma como la figura más determinante de la eliminatoria. “En ambos partidos fue el jugador clave. Ha sido, sin duda, el mejor del PSG. Nos tocó aprender de esto”, manifestó con franqueza. El propio Arteta subrayó que durante los primeros compases del duelo de ida, el marcador podría haber reflejado una goleada a favor de los suyos.

“En los primeros veinte minutos de la ida, pudimos ir 0-3 arriba, pero su portero estuvo imbatible. Cuando no logras aprovechar esas oportunidades ante rivales de este calibre, lo pagas caro”, añadió el técnico guipuzcoano.

En el vestuario, el ambiente era de profunda tristeza. “He agradecido al grupo el gran camino recorrido. Han competido al máximo nivel, y salvo por pequeños detalles, no hemos sido inferiores a nadie”, afirmó con orgullo.

Entre la desilusión y la esperanza

Arteta reconoció que varios de sus jugadores terminaron emocionalmente devastados, incluso entre lágrimas. “Ver a los chicos llorar en el vestuario demuestra cuánto querían estar en la final. Para muchos era su primera semifinal de Champions. Han estado a la altura”, indicó el estratega.

Aunque el resultado deja una sensación amarga, el técnico valora positivamente el crecimiento del equipo: “Hace dos años nadie imaginaba que este grupo estaría peleando por todo. El reto ahora es derribar la puerta que nos separa de los títulos”.

A pesar de no lograr el objetivo, Arteta no pierde la fe en el potencial de su plantilla: “Estoy orgulloso de cada uno. Si queremos alcanzar la gloria, tenemos que seguir creyendo y aprendiendo. Este dolor nos hará más fuertes”.

El aprendizaje de los grandes

Para cerrar, el técnico del Arsenal destacó que el camino hacia la cima no siempre es inmediato: “Mira a Marquinhos, capitán del PSG. Lleva más de una década intentando conquistar esta competición. Eso es lo que se necesita: constancia y hambre. Si queremos competir con los mejores, tenemos que asumir estas caídas y levantarnos cada vez más fuertes”.

Con esta derrota, el conjunto londinense se despide de la competición continental, pero se marcha con la cabeza alta tras demostrar que está capacitado para pelear con la élite del fútbol europeo.