Alberto Gálvez5 min lecturaLa actuación del guardameta milanista Maignan propició que los de San Siro se llevaran la victoria en este partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Con un gol de Bennacer, el Milan consiguió reducir a un Nápoles (1-0) que ha comenzado ya a encomendarse a Diego Armando Maradona y al empuje de los suyos para remontar la eliminatoria en la vuelta.
Los 'azzurri' se estrenaban en unos cuartos de final y pasaron de un inicio arrollador a acabar necesitando el descanso con urgencia y a terminar con un jugador menos. Saltó el Nápoles fresco, sin temores, sin presión. Fue un torbellino -contra un equipo que le endosó un 0-4 en su casa hace apenas dos semanas-, con varias ocasiones, amedrentando al Milan en la 'Scala' del fútbol, un San Siro que enmudeció en los primeros minutos y que se sintió inferior.
Kvaratskhelia tuvo la más clara para los suyos cuando no se había cumplido el minuto de partido. Superado Maignan por un centro lateral mal defendido por la zaga milanista, el balón llegó plácidamente a los pies del georgiano, que definió con la zurda pero que se encontró bajo palos a un Krunic salvador.
El dominio de los de Spalletti era incontestable, pero al técnico se le veía nervioso en el banquillo, consciente de que había dejado pasar la oportunidad de ponerse por delante, sabedor de que en cualquier momento el Milan podía despertar. Y lo hizo. Rafael Leao se convirtió en el agitador del partido a la media hora con una jugada marca de la casa, una arrancada imparable desde el centro del campo que terminó en el área con un disparo demasiado cruzado.
La oportunidad conectó a San Siro y a sus compañeros, que empezaron a carburar. Y apareció Brahim en el 40' para dejar plantados a Lobotka y Mário Rui en el centro del campo e iniciar un contragolpe que dirigió hasta el borde del área para ceder a un Leao que cruzó el balón desde el perfil diestro encontrando a Bennacer. No falló el argelino la ocasión y fusiló a Meret para abrir el marcador.
Tras el descanso, el partido no mantuvo el nivel frenético del inicio, casi sin ocasiones, convertido en una batalla en el centro del campo por el dominio que acabó desequilibrando Theo Hernández con su velocidad y desborde, provocando dos faltas que costaron la doble amarilla a Anguissa. La superioridad numérica desequilibró la balanza en favor de un Milan que, eso sí, necesitó de una intervención estelar de Maignan para mantener el resultado.
Los 'rossoneri' volvieron a tumbar a la revelación europea, aunque esta vez la recompensa es mucho mayor. Las semifinales están más cerca para un sólido Milan que defenderá un resultado más que favorable en el Maradona ante un Nápoles que, aunque con las bajas de Min-Jae, amonestado, y de Anguissa -y la duda de Osimhen-, todavía tiene opciones de alargar el sueño que vive esta temporada.
Milan: Maignan; Calabria, Kjaer, Tomori, Theo; Krunic, Tonali; Brahim Diaz (Rebic 80'), Bennacer (Saelemaekers 67'), Leao; Giroud.
Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Min-Jae, Mario Rui (Olivera 81'); Anguissa, Lobotka, Zielinski (Ndombele 81'); Lozano, Kvaratskhelia (Politano 81') y Elmas.
Gol: 1-0 (40') Bennacer
Árbitro: Itsvan Kovacs (RUM). Mostró tarjeta amarilla a Pioli, Bennacer, Saelemaekers y Calabria por parte del Milan; y a Zielinski, Di Lorenzo, Min-Jae y Rrahmani por parte del Nápoles. Expulsó por doble amarilla al visitante Anguissa (75').
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones, disputado en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) de Milán (norte).