PSG 2-1 Arsenal: Fabián quiere la Champions League

Luis Enrique lleva al PSG a su segunda final de Champions tras eliminar a un Arsenal voluntarioso pero sin pegada

PSG 2-1 Arsenal: Fabián quiere la Champions League
Fabián, claro protagonista en el PSG de nuevo - Cordon Press

El Paris Saint-Germain está a un solo paso de hacer historia. Tras imponerse por un global de 3-1 al Arsenal, el conjunto dirigido por Luis Enrique ha asegurado su presencia en la gran final de la Champions League, que se celebrará el próximo 31 de mayo en Múnich. Será la segunda final para los parisinos, y también la segunda para el técnico asturiano, quien ya levantó el trofeo en 2015 con el Barcelona.

Sin Mbappé, el PSG vuelve a hacer historia

Sin Kylian Mbappé en el campo y con Ousmane Dembélé saliendo desde el banquillo tras superar molestias, la figura dominante fue el entrenador. El PSG supo resistir el buen arranque del Arsenal, que contó con oportunidades claras en los primeros compases del duelo. Sin embargo, un inspirado Gianluigi Donnarumma, muy cuestionado en ocasiones, fue determinante con intervenciones de mérito.

El dominio inicial de los ‘gunners’ fue estéril. Los franceses, aunque incómodos con el balón, aprovecharon sus recursos ofensivos con contundencia. Un gol de Fabián Ruiz, tras un córner mal defendido por los londinenses, amplió la ventaja global y calmó los ánimos en el Parque de los Príncipes. El tanto, desviado en Saliba, premió la eficacia parisina pese a no tener el control del juego. Pese a ello, el centrocampista español volvió a refrendar un auténtico golazo que decantó la balanza para abrir la lata.

Dembélé y Achraf liquidan las opciones del Arsenal

El Arsenal salió a por todas en el segundo tiempo, obligado por el marcador. Pero ni el empuje ni las variantes tácticas de Mikel Arteta fueron suficientes para doblegar a un PSG muy compacto. La entrada de Dembélé dio aire fresco a los locales, y fue el francés quien asistió a Achraf Hakimi para marcar el segundo tanto en el minuto 72, colocando el 2-0 parcial y dejando la eliminatoria casi sentenciada.

Aunque Bukayo Saka recortó diferencias, la reacción inglesa no fue más allá. El penalti fallado por Vitinha, detenido por David Raya, fue una anécdota en un guion que ya tenía final escrito. El PSG supo jugar con la ansiedad del rival y manejar los tiempos con experiencia.

El duelo dejó la sensación de que el proyecto de Luis Enrique está alcanzando su madurez. El Inter de Milán, verdugo del Barça, será el rival en una final inédita. París sueña, y su técnico también: el objetivo de levantar la primera Champions del PSG está más cerca que nunca.