¿Cómo ha cambiado el fuera de juego a lo largo de los años?
La Regla 11 de la IFAB data de 1863 y sufrió su principal modificación, que ha llegado casi invariable hasta nuestros días, en 1925; la llegada del VAR y el sistema semiautomático lo condiciona a la tecnología casi absolutamente

Un jugador está en posición de fuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de fondo que el balón o que el penúltimo de los adversarios, dice el reglamento del fútbol, que excluye igualmente a los jugadores que partan desde su propio campo. En la evolución de la norma, se tiene en cuenta la participación activa del futbolista juzgado, pues, aunque se derogó recientemente la consideración como legal de un fuera de juego posicional, se tiene en cuenta si el jugador más adelantado pero que no interviene entorpece la visibilidad del portero o el movimiento de un defensor que acude a cortar la jugada. Entre las excepciones que se incluyeron posteriormente están los fueras de juego procedentes de saques de banda, esquina o puerta.

En definitiva, se sanciona el fuera de juego si, en el momento en que un compañero toca el balón, aquél interfiere en la jugada de alguna manera o trata de sacar provecho de su posición ilegal. La sanción de una infracción por fuera de juego es un tiro libre indirecto para el equipo contrario, en el punto en el que se cometió la infracción. El fuera de juego permite que se otorgue ley de la ventaja, siempre que la posesión del balón sea claramente del defensor. En caso de proceder el fuera de juego, la jugada se anulará.

La redacción exacta de la Regla 11 de la IFAB reza así: "Un jugador estará en fuera de juego si cualquier parte de su cabeza, cuerpo o pies se halla más cerca de la línea de meta contrario que el balón y el penúltimo adversario. No se tendrán en consideración las manos ni los brazos de los jugadores, incluidos los de los guardametas”.
¿Cómo ha evolucionado la norma del fuera de juego a lo largo de los años?
En 2025, la norma del fuera de juego como se entiende contemporáneamente ha cumplido cien años, pues la última gran modificación data de 1925. De todas formas, pueden fijarse unos periodos concretos de revisión y fijación en el reglamento de este apartado.
- La regla de 1863-1866:
Establecía en su primera redacción como tal (en 1886) que era necesario que hubiera tres defensores, incluido el portero, entre el atacante y la línea de fondo para que no existiese el fuera de juego. La conocida como regla antigua (1883) señalaba que todos los pases hacia adelante eran antirreglamentarios, por lo que había que darlos siempre hacia atrás.
- La regla de 1925:
Redujo de tres a dos defensores (normalmente, uno y el portero) el mínimo para que la acción no fuese considerada ilegal. Es la que ha llegado casi invariable hasta nuestros días.
- La regla de 1990:
Matizó que, cuando el atacante y el penúltimo defensor están en línea, no será considerado fuera de juego.
- La regla de 2005:
Creaba el fuera de juego posicional, que no se sancionaba, cuando un atacante estaba más cerca de la línea de fondo que el penúltimo defensor, pero no intervenía en la misma activamente.
- La llegada del VAR en 2016:
Con la implementación del videoarbitraje, si bien no hubo un cambio en el reglamento, sí se considera que existe un antes y un después con la norma del fuera de juego. Se probó en el Mundial de Clubes de ese año y se convirtió en oficial a partir del Mundial de Rusia de 2018. Aunque sigue gestionado por la mano humana, reduce los errores de los colegiados. Desde la Supercopa de Europa 2022, se combina con el fuera de juego semiautomático, una herramienta con 29 puntos monitorizados en cada jugador y hasta 50 tomas por segundo, en búsqueda de una mayor exactitud e inmediatez para decretar la infracción. Es masivo en casi todas las Ligas del mundo desde el Mundial de Qatar de ese mismo año.

El futuro del fuera de juego: la 'ley Wenger'
La IFAB (International Football Association Board) ha anunciado que está probando y lo seguirá haciendo en Ligas menores y torneos juveniles la variación en el fuera de juego que ha propuesto el ex jugador y ex entrenador francés Arsène Wenger, partidario de que se matice la norma actual y solamente se sancione como ilegal la posición de un atacante si, respecto al penúltimo defensor, se encuentra con todo su cuerpo más cerca de la línea de fondo y no sólo la parte de él con la que podría marcar. Con este, se trata de devolver la ventaja al atacante y corregir los defectos de la tecnología, capaz ya de detectar las ubicaciones de forma casi milimétrica, con lo que se desnaturaliza la esencia.