Óscar Murillo4 min lectura"Nos ha tocado el premio gordo, el Sevilla FC; a un pueblo de La Mancha de 10.000 habitantes nos viene a visitar un campeón de Europa. En mis 48 años eso nunca había sucedido. Sufrimos ante el Zona Norte", apuntaba en Radio Sevilla José Luis Ballesteros, el presidente del CD Quintanar, rival de los nervionenses en la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Una excelente noticia que, lógicamente, tiene su contrapartida: "Ya me están pidiendo camisetas de Sergio Ramos; el primero, mi hijo”. Uno de los nombres más reconocidos de la plantilla blanquirroja, que deberá ser negra, azulada o rojiblanca entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, cuando se fije el duelo a partido único, pues su anfitrión viste de blanco, con una franja roja en diagonal, como el Rayo Vallecano, por lo que los de Diego Alonso habrán de vestir una de sus equipaciones alternativas.
Resta saber dónde, porque la idea inicial del organizador es no sacar tan importante encuentro de la localidad, pese a que el estadio cuenta con apenas 2.000 localidades, con muchas más solicitudes: "Estamos preparando para que el partido se juegue en el Alfonso Viller. Se pondrán las gradas homologadas, porque no nos queremos ir a un campo mayor. Queremos que el partido se dispute en Quintanar de la Orden. El tema de la iluminación es el único escollo que nos queda por superar. Un club humilde con un campo con las dimensiones de un club grande". Por último, el directivo fue cuestionado por las opciones de dar la sorpresa y pasar a la segunda eliminatoria. "Soñar es gratis. El Sevilla viene a la tierra de los gigantes. Con que los chicos disfruten es suficiente. Esto nos arregla el año a un club modesto como el nuestro”.
El que vivirá con una emoción extra el emparejamiento es el segundo entrenador franjirrojo, Antonio García Zarza, Mota, que intervino en la radio oficial nervionense: "Soy de aquí, de Quintanar de la Orden, pero, por circunstancias, me tocó vivir en Andalucía y en Sevilla. Empecé a ir al estadio, a palpar ese ambiente y ese sentimiento, y soy sevillista desde hace más de 25 años. Siempre decía 'Sevilla, Sevilla, Sevilla', pero no me lo creía. La alegría es doble, porque vamos a jugar contra un equipo de Primera división, pero la mía es que voy a jugar contra mi equipo. Todo el mundo me da la enhorabuena. Puse un tuit con lo que sentía y, cuando vi al Sevilla publicando una foto mía con los dos escudos juntos, me temblaron hasta las piernas. Me gusta mucho Ivan Rakitic; es uno de los jugadores favoritos. El Sevilla lo llevo siempre en el alma y en el corazón. Somos un equipo humilde; a nuestra escala, creamos un ambiente increíble el otro día en el campo, como en el Pizjuán. Metimos 3.000 personas".