Los dueños del Liverpool dejan tirado a Ángel Torres y se retiran de la compra del Getafe
Fenway Sports Group ha decidido dar marcha atrás en su intención de adquirir el Getafe tras meses de análisis económico y deportivo. El gigante estadounidense concluye que el contexto actual de LaLiga dificulta el tipo de proyecto que tenía previsto, mientras que la alternativa de un fondo de inversión catarí toma protagonismo en las conversaciones con Ángel Torres

Fenway Sports Group, propietario de clubs como el Liverpool, los Boston Red Sox o los Pittsburgh Penguins, llevaba meses estudiando una posible entrada en el fútbol español a través de la compra del Getafe. La operación, tasada en torno a 130 millones de euros, había avanzado con discreción, pero el grupo estadounidense ha decidido retirarse tras completar un examen exhaustivo del mercado.
Según fuentes cercanas al conglomerado, las conclusiones internas apuntan a que el escenario regulatorio de LaLiga no encaja con la estrategia de crecimiento acelerado que buscaba FSG. El modelo de control económico basado en la relación entre ingresos y gasto en plantilla, si bien es valorado positivamente por su estabilidad, supone un freno para clubes que no disponen de altos niveles de facturación. Esa limitación, en el caso del Getafe, impediría llevar a cabo una inversión agresiva a corto plazo en la plantilla.

La directiva azulona ya había evidenciado estos obstáculos. De hecho, Ángel Torres reconoció públicamente que este verano tuvieron dificultades para inscribir fichajes a pesar de realizar ventas relevantes como las de Uche al Crystal Palace o Alderete al Sunderland. Dichos movimientos no se tradujeron de inmediato en margen salarial suficiente como para reforzar la plantilla con normalidad.
La plantilla del Getafe, otro factor que frenó a FSG
El análisis deportivo también pesó en la retirada. El grupo estadounidense identificó que el valor principal del Getafe reside en jugadores de perfil veterano, lo que obligaría a afrontar un proceso costoso de rejuvenecimiento. Con los ingresos actuales del club y las limitaciones normativas, esa reconstrucción no sería viable con la rapidez que FSG desea para sus proyectos.

En Estados Unidos y Reino Unido ya se han encontrado con situaciones similares: Aston Villa o Newcastle, por ejemplo, han sufrido restricciones pese a tener nuevos inversores potentes. FSG entiende que el marco financiero cumple su función de proteger la estabilidad, pero considera que hoy por hoy no permite desarrollar el tipo de modelo basado en captación de jóvenes talentos que tenían en mente para su desembarco en España.
Por ello, el grupo ha decidido aplazar su entrada en LaLiga, dejando claro internamente que no descartan futuras oportunidades si encuentran un club cuyo contexto económico y competitivo encaje mejor con sus objetivos globales.
La opción catarí toma la delantera en la compra del Getafe
Mientras FSG se aparta, la vía que actualmente suma más apoyos es la de JTA International Investment Holding, un fondo de inversión global con sede en Qatar y presidido por el Dr. Amir Ali Salemi. La empresa lleva meses en conversaciones con Ángel Torres y ha mostrado un interés firme en adquirir el club madrileño.

Un eventual acuerdo incluiría elementos de alto impacto económico para el Getafe:
- Naming del nuevo estadio, cuya inauguración está prevista en unos dos años.
- Patrocinio principal de la camiseta.
- Apuesta por la continuidad de Ángel Torres como presidente, decisión expresamente defendida por la propia JTA.
Salemi considera a Torres un "líder de gran valor", cuya presencia al frente del proyecto es "esencial para mantener la identidad del club y su conexión con su afición".

Torres mantiene dudas sobre el momento adecuado
A pesar de los avances, el actual mandatario no tiene clara la venta inmediata. Según personas próximas a su entorno, Torres preferiría esperar al menos hasta terminar las obras del nuevo estadio antes de cerrar cualquier operación estratégica de este calibre.
Mientras tanto, el interés de JTA sigue activo y el escenario queda abierto a nuevas negociaciones. La retirada de FSG, eso sí, despeja el camino para que la vía catarí se convierta en la alternativa con más posibilidades reales.