El temor de Quique Sánchez Flores a su pasado en Mestalla

El Coliseum Alfonso Pérez podría dictar sentencia contra el técnico madrileño si no le gana al Valencia, rival directo por la permanencia y que llega estrenando técnico en su banquillo

El temor de Quique Sánchez Flores a su pasado en Mestalla
Quique Sánchez Flores, durante un partido. - UES
Alberto GálvezAlberto Gálvez 3 min lectura

Antepenúltimo contra penúltimo. El Valencia visita mañana lunes el Coliseum Alfonso Pérez para medirse al Getafe en un partido que supondrá el estreno de Rubén Baraja en el banquillo che. Sin embargo, su compañero y exentrenador Quique Sánchez Flores podría dejar el banquillo azulón en caso de derrota.

Así, al menos, lo ha confesado el propio Quique en la rueda de prensa previa al partido. El preparador madrileño lleva ya tiempo cuestionado tanto por la afición como por algunos directivos del club: "Tengo esa sensación desde hace muchos partidos. Somos conscientes de que somos responsables de hacer que las cosas cambien. Si somos capaces de cambiar los resultados a través de nuestra influencia, sabemos que puede cambiar la mente del aficionado. Son exigentes y lo aceptamos".

Situado en la penúltima plaza, Quique consideró que todos los partidos "son importantes", al tiempo que subrayó que "una vez que acaba la primera vuelta los equipos ya saben cuál es el objetivo". Así y con una clasificación tan apretada "todos los duelos se convierten en finales", según el propio técnico azulón.

Por otro lado, también habló sobre Rubén Baraja, que se estrenará en el banquillo del Valencia tras sustituir a Voro y con quien coincidió en su etapa de entrenador del conjunto che: "Le tengo muchísimo cariño. Fue un grandísimo profesional durante tres años conmigo como jugador. Nos aportó mucho. Tuvimos muchas conservaciones de fútbol. Ya se interesaba por cosas de los entrenadores. Les tengo mucho cariño tanto a él como a Carlos (Marchena, segundo entrenador del Valencia). Son chicos que nos dieron mucho, grandes profesionales".

En cuanto a la presión que tienen sus jugadores, resaltó que la tienen asumida porque en el fútbol "siempre existe" y comentó que le gustaría que salgan al partido con mucha intensidad, ganas y sin miedo a fallar: "A jugar el partido lo mejor posible, hacer las cosas sencillas y ojalá se vea un buen partido".

Por último, ha tenido palabras para la afición del Valencia: "Cuando llegas muy niño con 19 años, te vas hecho un hombre con 29, juegas unos 400 partidos y te abren camino para ser alguien en la vida... Además, no solo profesionalmente, sino que te dan valores para ser alguien en la vida como un buen padre, un buen hijo o un buen hermano y eso es lo más importante. Yo me he criado en Valencia y a los valencianistas les estaré agradecido de por vida siempre".

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