Dominik Livaković toma una decisión drástica: quiere dejar el Girona en enero
Dominik Livaković, sin minutos en el Girona bajo las órdenes de Míchel, comunicará en las próximas semanas su deseo de rescindir la cesión procedente del Fenerbahçe. El guardameta, frustrado por su falta de oportunidades, busca un nuevo destino para relanzar su carrera antes del Mundial de 2026
El ambiente en Montilivi empieza a enturbiarse. Dominik Livaković, internacional croata y uno de los porteros con más cartel de Europa, ha decidido marcharse del Girona FC en el mercado de invierno. El guardameta, cedido por el Fenerbahçe el pasado verano, no ha disputado ni un solo minuto oficial desde su llegada, una situación que ha terminado por agotar su paciencia.
Según ha informado el medio croata Vecernji.hr, el agente del futbolista, Andy Bara, ya trabaja activamente en buscar un nuevo destino para su representado. “Renunció a grandes ingresos en el Fenerbahçe para jugar, no para quedarse en el banquillo. No entiendo cómo, después de encajar cuatro goles contra el Levante, no hubo un cambio en la portería”, declaró el representante, visiblemente molesto con la gestión de su actual técnico, Míchel.
Frustración total con Míchel y cero protagonismo
Livaković llegó a Girona con la expectativa de competir por la titularidad con Paulo Gazzaniga, pero la realidad ha sido muy distinta. El argentino se ha consolidado como titular indiscutible, acumulando todos los minutos en LaLiga. Ni siquiera las rotaciones habituales en este tipo de competiciones han abierto la puerta al croata, que se quedó fuera de la primera ronda copera por molestias físicas.
En una temporada clave por ser la antecesora al Mundial de 2026, la inactividad preocupa al jugador y a la Federación croata, que lo considera una pieza esencial para su selección. De ahí que el propio futbolista haya decidido dar un paso al frente y solicitar su salida para buscar un proyecto donde pueda sentirse importante.
Las limitaciones FIFA complican su futuro inmediato
El principal obstáculo para su marcha reside en la normativa de la FIFA. Livaković ya jugó dos partidos oficiales con el Fenerbahçe antes de ser cedido al Girona, y si llegara a debutar con los catalanes, no podría inscribirse en un tercer club esta temporada.
Por ese motivo, el guardameta habría optado por no disputar ningún minuto más, manteniendo así abierta la posibilidad de un nuevo préstamo en enero, probablemente gestionado directamente por el club turco.
Desde Croacia apuntan incluso al interés del Dinamo de Zagreb, el equipo donde Livaković se dio a conocer y con el que alcanzó la élite europea. Un regreso a casa sería la opción más sencilla y emocionalmente atractiva para el jugador, que busca estabilidad y continuidad.

El Girona, tranquilo pese al conflicto
En el Girona, sin embargo, no hay alarma. “Si juega es porque así lo considera Míchel”, explica Quique Cárcel, director deportivo. El club catalán confía plenamente en Gazzaniga y, en caso de salida, volvería al plan inicial previo a la lesión de Juan Carlos: mantener al argentino como primer guardameta y a Krapyvstov como suplente. Si Livaković se marcha, el Girona podría optar por incorporar un tercer portero o dar la oportunidad a un joven talento de la cantera.
Aunque el mensaje oficial es de calma, la relación entre Livaković y el cuerpo técnico está muy desgastada. El portero, de 30 años, siente que ha perdido un tiempo precioso de su carrera en un proyecto donde no ha tenido protagonismo.
En el horizonte, su salida parece cuestión de tiempo. El mercado de invierno será su última oportunidad para reencauzar su trayectoria y volver a sentirse importante antes del gran torneo intercontinental.