Gazzaniga, señalado en plena crisis del Girona
El mal momento deportivo del Girona abre el debate en la portería. Paulo Gazzaniga, titular indiscutible en los últimos meses, solo ha mantenido su meta a cero en un partido de Liga y siente de cerca la competencia de Krapyvtsov y Livakovic
El Girona atraviesa uno de los tramos más delicados desde su regreso a Primera División. El equipo de Míchel Sánchez se ha estancado en la zona baja de la tabla tras una dinámica de resultados preocupante, capaz de encender todas las alarmas internas. Solo ha sumado una victoria en las últimas doce jornadas y encara la cita del sábado ante el Alavés, en Montilivi (14:00 h), como un duelo que marcará el rumbo inmediato del proyecto.
El encuentro, clave para frenar la caída hacia los puestos de descenso, llega acompañado de un clima de tensión creciente. La afición empieza a perder la paciencia, el margen del cuerpo técnico se estrecha y el vestuario asume que cualquier resultado que no sea la victoria puede poner en entredicho la continuidad de Míchel. Aunque el entrenador insiste en que se siente fuerte, su crédito está en mínimos y, como ocurre con algunos jugadores, también se juega el puesto.

La portería del Girona, en el foco
Entre los problemas más visibles figura la situación de Paulo Gazzaniga. El guardameta argentino, que había sido un sostén fiable en etapas anteriores, atraviesa una campaña gris. Solo ha conseguido dejar la portería a cero una vez en Liga —ante el Espanyol— y ha encajado 18 goles, una cifra que lo sitúa como el tercer portero más castigado de la categoría.
La última jornada ha reforzado el debate en torno a la portería. El cuerpo técnico mantiene su confianza en Gazzaniga, pero los números han abierto la puerta a escenarios que hace unas semanas parecían muy improbables.

Krapyvtsov y Livakovic presionan a Míchel
La primera alternativa es Vladyslav Krapyvtsov. El portero ha disputado 257 minutos esta temporada entre Liga y Copa y ha recibido ocho goles. Aunque todavía está lejos de reclamar un rol protagonista, su presencia demuestra que la jerarquía ya no parece tan inamovible.
Más relevante es el caso de Dominik Livakovic. El internacional croata firmó en el último día de mercado con la intención de pelear por la titularidad. Su hoja de servicios lo respalda, pero aún no ha debutado. Su estreno pudo producirse en Copa del Rey frente al Constància, pero unas molestias en la espalda lo apartaron de la convocatoria. Aun así, su figura gana peso en el vestuario y en el entorno, que pide oportunidades para él en busca de un impulso competitivo.

Un problema colectivo en el Girona
El debate sobre la portería no es una excusa para esconder la dimensión real del problema. El Girona se ha convertido en el equipo que más goles encaja desde dentro del área (22), un síntoma que apunta a la estructura defensiva más que a un solo jugador. Míchel insiste en que su modelo exige que todos defiendan juntos, pero el engranaje se ha deteriorado.
Aun así, Gazzaniga mantiene algún argumento a su favor. Es el sexto portero que más paradas ha realizado esta Liga (35), un indicador que refleja su capacidad para intervenir en contextos adversos. Pero también expone la fragilidad general del equipo: si el portero es de los que más actúa, es que el rival llega demasiado.

Una decisión inminente de Míchel
Con el calendario presionando y la clasificación en contra, el sábado emerge como un punto de inflexión. Nadie tiene garantizado el puesto, tampoco Gazzaniga. El argentino conserva la confianza del cuerpo técnico, pero sabe que su rendimiento debe elevarse si no quiere que Livakovic, llamado a disputar la titularidad, tenga vía libre.
La portería, antes una posición estable, se ha convertido en el reflejo más claro del momento del Girona. Un equipo herido que necesita reaccionar ya.