Toni Lato estará dos meses de baja y deja en cuadro a la defensa de un Mallorca en crisis

El lateral valenciano del Mallorca, Toni Lato, sufre una rotura en el bíceps femoral y estará mínimo ocho semanas fuera. Sin alternativa natural para Mojica y con una defensa en crisis, el Mallorca afronta una situación límite antes de recibir al Getafe, con la enfermería llena y un juego lleno de dudas

Toni Lato estará dos meses de baja y deja en cuadro a la defensa de un Mallorca en crisis
Toni Lato estará dos meses de baja - CORDON PRESS

El RCD Mallorca vive días complicados. La lesión de Toni Lato, confirmada tras el duelo en la Copa del Rey ante el Atlètic Sant Just, supone un golpe inesperado para una plantilla ya afectada por bajas estructurales. El lateral tuvo que abandonar el campo antes del descanso y las pruebas médicas han diagnosticado una rotura importante en el bíceps femoral de la pierna izquierda. Las estimaciones hablan de unas ocho semanas sin competir, lo que obliga al jugador a iniciar de nuevo un proceso de recuperación que ya conocía bien.

El valenciano había reaparecido hace apenas diez días tras unas molestias leves, pero la recaída complica todavía más la planificación de Jagoba Arrasate. Su nombre ofrecía descanso y alternativa para un Mojica exigido física y tácticamente. La ausencia de esa rotación natural, sumada a la falta de continuidad desde la brillante actuación de Lato en el Santiago Bernabéu, deja cojo el flanco izquierdo del sistema balear.

En la enfermería le acompañan Marash Kumbulla y Leo Román, dos bajas que también condicionan la estructura defensiva. La acumulación de lesiones preocupa no solo por lo deportivo, sino por la gestión emocional de un vestuario que siente cómo cada semana un nuevo contratiempo altera los planes.

Un equipo que atraviesa un momento límite

La situación deportiva del Mallorca tampoco acompaña. El partido del próximo domingo ante el Getafe se dibuja como un examen de urgencia. Las dudas surgidas tras la derrota frente al Real Betis han reactivado las alarmas y han devuelto la necesidad de reconstruir un plan que no termina de consolidarse. Jagoba Arrasate ha tratado de gestionar el salto cualitativo del equipo en campo rival, pero la irregularidad se ha instalado en Son Moix.

Llegados a la jornada doce, las sensaciones son inquietantes. El club empieza a asumir que el mercado de invierno deberá traer refuerzos para sostener una permanencia que, hoy, no parece garantizada. Los problemas defensivos son evidentes y crónicos: el equipo no defiende bien y, en muchos tramos del partido, se siente superado por fases que deberían controlarse con mayor intensidad.

La defensa, el epicentro del problema

En ese contexto, Antonio Raíllo decidió hablar claro tras el duelo en La Cartuja. El central apuntó a la necesidad de situar más hombres por detrás del balón, una fórmula que en algunos encuentros ha permitido competir mejor. Sin embargo, ese plan de cinco defensas tampoco funcionó en el arranque de la temporada, donde el Mallorca sufrió igualmente para frenar desajustes y transiciones rivales.

Las palabras de Raíllo profundizan en el diagnóstico colectivo: “Cada uno hace la guerra por su cuenta”. Una afirmación que revela falta de sincronía, problemas de concentración y una estructura táctica frágil. En una categoría tan exigente como Primera división, ese tipo de carencias se pagan cada semana.

Mirada al futuro: calendario complejo y decisiones pendientes

Las próximas semanas serán decisivas para el club bermellón. El calendario aprieta, la necesidad de puntos asfixia y la plantilla llega tocada tanto en efectivos como en confianza. La ausencia de Lato no es solo una baja más: condiciona la línea defensiva, limita la rotación y obliga a improvisar estructuras a corto plazo.

En Son Moix están muy atentos a la clasificación. El margen de error ya no existe. El mercado invernal promete movimientos y la dirección deportiva deberá trabajar en perfiles que puedan ofrecer consistencia donde ahora hay dudas. Si el equipo no mejora defensivamente, la permanencia puede complicarse más de lo esperado.