Dani Calvo, jugador del Real Oviedo, tajante tras la goleada del Sevilla: “Ha sido un partido bochornoso”
El Real Oviedo tocó fondo en el Ramón Sánchez-Pizjuán con una dura derrota por 4-0 ante el Sevilla que ha desatado el enfado de la afición carbayona desplazada a la capital andaluza. Tras el encuentro, uno de los capitanes, Dani Calvo, dio la cara para asumir responsabilidades y enviar un mensaje directo tanto al vestuario como a la grada
La imagen del Real Oviedo en Sevilla fue difícil de digerir. El equipo de Luis Carrión nunca entró en el partido y acabó superado en todas las fases del juego, lo que desembocó en una goleada que ha dejado al conjunto asturiano en una situación delicada en la clasificación, en puestos de descenso y a cinco puntos de la salvación. Tras el pitido final, Dani Calvo compareció en zona mixta visiblemente afectado y, tal y como pudo recoger ESTADIO Deportivo, no esquivó la autocrítica ni el malestar generalizado.
“El vestuario está mal, como es lógico. El partido no se ha afrontado de la manera que queríamos. Ha sido un partido bochornoso, diría yo, en todos los sentidos”, reconoció el central, que incidió en la fragilidad mostrada por el equipo. “Hemos fallado en todo lo que puedes fallar en un partido, con balón y sin balón, que es lo mínimo que tenemos que dar. Hemos estado muy blandos y no nos lo podemos permitir”, añadió con dureza.
Sin explicaciones y con la afición como prioridad
Calvo fue especialmente claro al explicar que no encuentra justificación al mal partido firmado ante el Sevilla. “No hay explicación al partido de hoy”, afirmó, antes de centrarse en el mensaje hacia los seguidores oviedistas. “A la afición solo escucharles, tragar lo que nos digan, pedir perdón, agradecer que hayan venido y decirles que el sábado que viene vamos a ir al Tartiere a dar la cara, a competir al máximo, no como hoy, y a sacar los tres puntos”.
El capitán asumió que la situación empieza a ser preocupante si no llega una reacción inmediata. El próximo compromiso de liga ante el Celta aparece marcado en rojo en el calendario, no solo por la necesidad de puntos, sino también por la obligación de cambiar la imagen ofrecida antes de finalizar el año.
Respaldo al entrenador y autocrítica interna
Preguntado por la continuidad de Luis Carrión en el banquillo, Dani Calvo fue contundente. “Yo no entiendo nada. Solo me centro en lo que es el partido del fin de semana. Pienso que está Luis Carrión y vamos con él a muerte, guste más o guste menos”, aseguró, dejando claro que el vestuario no contempla ahora mismo otro escenario.
En el análisis puramente futbolístico, el central no dudó en calificar este encuentro como el peor del curso. “Sí, a bote pronto sí. Hemos encajado un gol muy rápido y hemos sido muy blandos sin balón. El Sevilla no es un equipo que elabore mucho con balón, pero tiene jugadores que amenazan al espacio y no hemos sabido controlarlos. Con balón hemos tenido muy pocos argumentos”, explicó.
Mirar al futuro inmediato como una final
La polémica del posible penalti no señalado en la primera parte quedó en un segundo plano para Calvo. “Hubiera supuesto el penalti para empatar el partido, pero se ha pitado un pequeño empujón previo a la mano y ya está”, zanjó. Mucho más importante, a su juicio, es corregir lo esencial. “Es un tópico, pero hay que corregir la falta de intensidad”, insistió.
El central, que ingresó tras el descanso en sustitución de Lucas Ahijado, cerró su intervención con un mensaje de urgencia. “El próximo partido ante el Celta es una final para nosotros, por la distancia que ya hay con los equipos de arriba”, concluyó. El Real Oviedo, penúltimo con 10 puntos y a cinco de la permanencia, afronta ahora una semana decisiva para evitar que la crisis se agrave.