Grealish vuelve a escena

Jack Grealish necesitaba un momento así. Tras meses de críticas y dudas en el Manchester City, el extremo inglés volvió a sonreír con el Everton al anotar su primer gol con los toffees, el tanto que selló la remontada ante el Crystal Palace (2-1) y puso fin al espectacular arranque de los londinenses, hasta ahora invictos en la Premier League. Un gol que vale tres puntos… y una reivindicación personal.

Renacer en Merseyside

Grealish celebró el tanto con rabia, consciente de lo que significaba. No solo rompía su sequía goleadora, sino que enviaba un mensaje claro a Pep Guardiola: sigue teniendo fútbol, talento y carácter. Desde su llegada al Everton, el de Birmingham ha recuperado sensaciones. Acumula cuatro asistencias y un gol en siete partidos, siendo una de las grandes sorpresas del inicio de temporada.

El ex también del Aston Villa parece haber encontrado en Merseyside el escenario perfecto para recomponerse. En el City, donde llegó en 2021 a cambio de 117,5 millones de euros, su protagonismo se diluyó entre suplencias, lesiones y una dura competencia. Sin hueco en los planes de Guardiola, optó por una cesión para reencontrarse consigo mismo y con el fútbol que lo llevó a la élite.

“Quería volver a sentirme querido”

Tras el encuentro, Grealish se mostró especialmente sincero ante los micrófonos de Sky Sports: “En el City, a veces no me ayudé a mí mismo, pero no todo fue culpa mía. La gente dice que me gusta salir y disfrutar, y es verdad, pero hay momentos y lugares para hacerlo”. El atacante reconoció que necesitaba un entorno donde volver a sentirse arropado: “Soy bastante vulnerable fuera de la cancha y quería ir a algún lugar para volver a sentir el amor y despertarme con una sonrisa en la cara y querer volver a jugar”.

Detalle y madurez

Nombrado MVP del partido, Grealish no dudó en restarse méritos y dedicar el reconocimiento a su compañero Adam Wharton: “En mi opinión, fue el mejor jugador en el campo”. Un gesto que refleja un cambio de mentalidad. Su renacer como toffee, sin embargo, no ha bastado aún para regresar a la selección inglesa, aunque el propio jugador aseguró entender la decisión de Thomas Tuchel.

Sea como fuere, Jack Grealish ha vuelto a sentirse importante. Y con su gol al Crystal Palace, más que una victoria, logró algo que no se compra con millones: redescubrir el placer de jugar y competir.