Pendientes de Juan Cruz: da otro paso decisivo
El hispano argentino, pretendido por Celta, Rayo Vallecano y Osasuna, ha vuelto a perderse otro amistoso del Leganés, en un claro pulso con club pepinero por buscar una salida rumbo a Primera división

El futuro de Juan Cruz sigue sin resolverse. Han sido muchos los conjuntos que han preguntado por el extremo, como Espanyol, Real Oviedo, Girona, Valencia o Mallorca. Pero en la terna de candidatos final se han quedado el Celta de Vigo, el Rayo Vallecano y Osasuna, por ese orden. Todos ellos, además, han presentado ofertas muy similares al Leganés, pero tras la respuesta negativa del club pepinero, el hispano-argentino ha pasado a la acción en lo que ya es un pulso en toda regla para conseguir marcharse y jugar la próxima campaña en primera división.
Son ya cuatro los amistosos disputados por el conjunto madrileño y Juan Cruz todavía no ha participado en ninguno de ellos. Poco antes del estreno, ante el Pumas, abandonó la concentración del equipo en México por motivos personales, regresando a España debido a su paternidad. Un viaje que le impidió estar también en los dos encuentros disputados en Estados Unidos ante Louisville y Richmond.
La explicación oficial: "problemas físicos"
De vuelta a España, el extremo se reincorporó el trabajo el pasado domingo con aparente normalidad. Pero este miércoles, antes de afrontar el cuarto 'bolo' veraniego ante el Valencia, el Leganés informaba de su ausencia por "problemas físicos", sin especificar los mismos.
Casualmente, es la misma explicación que ya se ofreció en el caso de Diomande poco antes de concretar su traspaso al RB Leipzig. Pero en el caso de Juan Cruz su venta no parece cercana y todo apunta a que se trata más bien a una disputa entre las partes que hace aflorar una situación de tensión.

Celta, Rayo y Osasuna han puesto sobre la mesa en torno a cinco millones de euros, cantidad que podría aumentarse en un millón más con variables. Desde Vallecas han ido un paso más allá y han ofrecido al meta Dani Cárdenas para desatascar la operación. Pero el Leganés exige los 10 millones de euros que figuran en la cláusula de rescisión, rebajada a la mitad tras el descenso a Segunda división.
Esto no quiere decir que en Butarque no estén dispuesto a negociar, pues sí aceptarían que el pago se produjese a plazos y no depositando dicho importante en LaLiga. Pero no dejarán salir a uno de sus baluartes si las ofertas no se acercan a la citada cantidad. Sin duda, en su postura tiene mucho que ver el hecho de que las ganancias haya que repartirlas con el Real Betis, que se guardó el 40% de su pase el pasado verano, cuando lo traspasó por solo un millón de euros.