Luisma Sánchez4 min lecturaEl empate de Brasil llegó en un suspiro final tras al penalti provocado por Dani Carvajal cuando tan solo faltaban unos segundos para acabar el partido. Eso sí, España se había adelantado gracias a otro penalti transformado por Rodri y provocado por el propio Carvajal (a favor) bastante riguroso. Con la tensión del final, casi pasó desapercibida la actuación de Endrick, quien volvió a marcar con su selección, precisamente en el Santiago Bernabéu, un estadio donde seguro que lo verán más a menudo la temporada que viene.
Dorival Júnior le dio entrada en la segunda parte para agitar el partido. Y vaya si lo agitó. Tardó tan solo cinco minutos en poner las tablas en el marcador con un tanto que sorprendió tanto a Unai Simón como a toda la defensa de La Roja. Tras un córner, Laporte cometía uno de los errores más penalizados en los defensas al despejar al centro. Endrick la cazó en la frontal y lanzó un disparo que terminó envenenándose tras tocar en Le Normand y terminó pasando entre los brazos del guardameta español.
Endrick se 'bautizaba' en el Santiago Bernabéu con tan solo 17 años. Fue su primer gol en el templo blanco y todos los jugadores de Brasil se lanzaron a celebrarlo con él. Ya marcó y fue decisivo frente a Inglaterra en el último amistoso y hoy también ha vuelto a demostrar todo su potencial.
Sin embargo, no todo quedó ahí. También protagonizó una jugada algo polémica que no gustó para nada ni a Luis de la Fuente ni al banquillo español. En una disputa con Marc Cucurella, el lateral del Chelsea se impuso adelantándose a por la pelota. Endrick corrió detrás para tratar de robar un balón que lo tenía ya perdido. Al no poder llegar al balón, el delantero brasileño soltó dos patadas que terminaron cayendo a Cucurella e hizo estallar al banquillo de la selección.
Ya se venía calentando el partido con algún que otro pique entre Paquetá y Fabián y Vinicius y Laporte y quizás eso fue lo que hizo estallar la tensión. El portugués Antònio Nobre, protagonista por sus decisiones, terminó amonestándolo con una cartulina amarilla aunque se jugó la roja.
Tras el partido, Florentino Pérez, presente en su estadio para ver a la selección española, quiso bajar a los vestuarios del equipo brasileño para hablar con algunos de sus jugadores. Se enfundó en un cariñoso abrazo con Vinicius y Rodrygo (de quien se llevó la camiseta con el '10') y además con Endrick también cruzó alguna que otra palabra: "Bueno, te esperamos aquí. ¿Le esperamos, no?", señalaba a Vinicius.
"Lo hablé ayer en la cena, soñaba con marcar mi primer gol en el Bernabéu. Aquí nadie es mejor que nadie. Y estos dos goles se los debo a mis compañeros y a Dorival por su confianza. Estoy muy contento con lo que está pasando en mi vida y lo agradezco mucho", dijo en Teledeporte.