Javier Tebas, presidente de LaLiga, muy crítico con Florentino Pérez: “Haría mucho daño al fútbol nacional”

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, presentó el arranque de la nueva temporada de LaLiga Genuine, la competición inclusiva para personas con discapacidad intelectual, con gran optimismo tras la confirmación de la UEFA y demás organismos internacionales al denominado ‘plan Miami’, que permitirá disputar el Villarreal - Barcelona del 21 de diciembre en suelo estadounidense.

Además, Tebas aprovechó la ocasión para valorar lo que considera la “crónica de una muerte anunciada”: el aislamiento progresivo del Real Madrid y la pérdida de relevancia del proyecto de la Superliga, que sigue sin encontrar apoyos dentro del fútbol europeo.

El dirigente se mostró rotundo ante los medios, afirmando que el Consejo Superior de Deportes “no tiene competencias” para frenar el encuentro internacional. “La norma es clara. Las únicas instituciones que podían hacerlo eran la UEFA y la Federación. Nos falta la comunicación oficial de la Federación americana con la CONCACAF, pero tendrán que cumplir. No me preocupa”, aseguró Tebas.

El presidente insistió en que el partido en Miami no alterará la competición, descartando cualquier acusación de manipulación del calendario. “Alterar no está penalizado. Ya hemos cambiado calendarios en otras ocasiones y no ha pasado nada. No se adultera nada. Juegan 18 partidos en casa y 18 fuera. En la Supercopa también se repartían entradas entre ambos clubes y las gradas se llenaban de aficionados del Real Madrid sin que nadie dijera nada”, argumentó.

Ejemplos y precedentes

Para reforzar su postura, Tebas recordó casos similares ocurridos en la Copa del Rey, como el duelo Antoniano - Betis, disputado en el estadio Benito Villamarín. “Nadie protestó entonces”, señaló. “Además, el Villarreal ha perdido los seis últimos partidos como local ante el Barça. La influencia de jugar fuera no está en ese nivel. El Mirandés también juega fuera y nadie habla de adulterar competiciones”, añadió con ironía.

Tebas también puso en duda la firmeza del sindicato AFE, que mostró su desacuerdo con el traslado del partido a Estados Unidos. Según el presidente, “no está tan claro que quieran pararlo”. Recordó que, en 2018, cuando LaLiga propuso por primera vez celebrar un partido fuera de España, “ya existía un acuerdo con AFE y se les informó de todo”.

“Ya hemos enviado documentación sobre el encuentro y hemos pedido al CSD que aplique el Estado de derecho. Se están haciendo valoraciones superficiales. Había que esperar a ciertos hitos antes de hacer pública la información”, explicó el dirigente, en referencia a las críticas por la falta de comunicación previa.

Un partido que va más allá de lo económico

Tebas aprovechó para despejar dudas sobre el aspecto económico del encuentro. “Tenemos la manía de monetizarlo todo. La NFL no viene a Madrid por dinero, ni la NBA viaja a Europa por eso. Lo hacen para fortalecer su marca y crear afición”, sostuvo. Según el presidente, el objetivo principal de llevar el Villarreal – Barcelona en Miami es impulsar la imagen internacional de LaLiga, especialmente en el mercado estadounidense, “donde tenemos muchos aficionados, sobre todo catalanes”.

Respecto a las cifras que podrían percibir Villarreal y Barcelona, Tebas aclaró que ese aspecto corresponde al promotor del evento, la empresa Relevent Sports, y no a LaLiga directamente.

En cuanto a la actualidad internacional, el presidente también se refirió a la reciente constitución de la nueva ECA (Asociación de Clubes Europeos), en la que Joan Laporta y Nasser Al-Khelaifi coincidieron públicamente. “Me da igual que las fotos se las lleve Al-Khelaifi, aunque no es santo de mi devoción. Me alegra que el Barcelona haya tomado una decisión diferente a la de apoyar la Superliga”, señaló Tebas, convencido de que el proyecto impulsado por Florentino Pérez “haría mucho daño al fútbol nacional”.

Aunque reconoció que tampoco es un gran admirador de la ECA, el dirigente consideró que la presencia del Barça en esa organización “es preferible a mantener su apoyo a un modelo que amenaza la sostenibilidad de las ligas europeas”.